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Alerta invisible: Cuando el teléfono miente

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El 22 de julio del año 2012, a cinco minutos de que comenzaran las clases vespertinas en la sede ariqueña de Inacap, algo sucedió.

Mejor dicho, pudo suceder. Una llamada anónima advirtió al Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros, Gope, sobre una bomba en la casa de estudios.

Pudo ser por una prueba especialmente complicada, una broma o quizás para dar un llamado de atención. Lo cierto es que, tal como ocurrió en el mismo lugar durante el 2008, un falso aviso de bomba interrumpió la rutina de los ariqueños.

El mismo año, en septiembre, el vuelo 381 de LAN no pudo despegar debido a una suspuesta bomba al interior del avión. Los pasajeros, que debían partir cerca de las 7 de la mañana, debieron esperar unas 3 horas para ir rumbo a Santiago.

El consultorio Víctor Bertín Soto tampoco se libró de estas alertas, pues debió evacuarse por completo en el 2012. En tanto, unos 150 trabajadores debieron desalojar el edicificio que contenía las oficinas de Obras Públicas, Educación, Dirección del Trabajo, Tesorería, Correos de Chile y el SII, entre otras.

En febrero de este año, un maletín abandonado en el paseo peatonal 21 de Mayo provocó una evacuación masiva. Y, finalmente, este sábado unas 600 personas debieron salir del Teatro Municipal, minutos antes de que se diera inicio a una gala del Ballet Folclórico de la Universidad de Tarapacá.

El sub oficial mayor de carabineros, Luis Carvajal, perteneciente al Gope, afirma que si tuviera que poner nota a los ariqueños por la situación del sábado en el Teatro Municipal, no sería otra que un 7.

'La participación y obediencia fue muy buena. La gente salió tranquila, se ubicó en la zona de seguridad y pudimos hacer nuestro trabajo sin entorpecimientos', declaró.

'Cada vez que recibimos una alerta de bomba, el protocolo se activa, pues partimos de la base de que todos los llamados son ciertos', explicó.

Ya sean bombas reales o imaginarias, para Carvajal es de vital importancia que las personas afectadas sigan las indicaciones. De esta forma, si es una falsa alarma, se podrá retornar con rapidez a la normalidad y en caso de que sea una amenaza real, se salvarían vidas.

'Lo que es muy importante es que al momento de evacuar la gente se lleve sus cosas. Mochilas, carteras, loncheras, termos. Tal cuál llegó al lugar tiene que salir', indicó.

En caso contrario, cada una de las prendas dejadas significará la pérdida de varios minutos, pues los protocolos cambian. En otras palabras, cada mochila o cartera dejada en el lugar se convierte en una potencial bomba y debe ser tratada como tal.

En el caso de los autos, la situación es la misma. 'Tienen que salir con sus vehículos. Si lo dejan estacionado para no perder el lugar, lo tendremos que revisar. Y basta con que tengan un objeto dentro que no sea normal, para que tengamos que sacarlo. Y eso incluye romper ventanas si es necesario', advirtió.

'El gobierno ya puso una cifra. Por cada minuto de estos operativos, se pierden tres millones de pesos, entre horas-hombre y horas-máquina', sentenció el sub oficial.

Bomberos es otra de las instituciones que suele ser víctima de estas pitanzas. Si bien las bombas no son su especialidad, los falsos incendios también complican sus funciones.

'Hace uno o dos años era más común que llamaran por incendios falsos. Pero de a poco la gente está tomando conciencia', explicó el segundo comandante de bomberos, Freddy Araya.

'Si, por ejemplo, recibimos un llamado por un incendio en Colón con 21 de Mayo, pero sólo suena un teléfono, podemos sospechar, porque en caso de un incendio real, lo normal es que llame mucha gente. Nos contactamos con Carabineros, mientras nosotros nos alistamos para partir. Ellos nos informan si llegan antes si es real o no', explica Araya.

Según el bombero, el gasto que realiza esta institución por falsas alarmas abarca diversos aspectos.

'Es un gasto en combustible, personal que deja su puesto por algo falso. Las líneas telefónica se saturan e incluso, puede que ocurra una verdadera emergencia mientras se atiende un llamado falso', advirtió. J