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Colonia peruana anticipó el festejo de su independencia

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Este lunes, Perú cumplirá 193 años de independencia. Sin embargo, las actividades organizadas por el Consulado del vecino país se realizaron durante la jornada de ayer, manteniendo en todas ellas el sello característico del país fronterizo.

A las 11 de la mañana comenzó la recepción de autoridades chilenas por sus contrapartes peruanas. El cónsul de Perú, Ítalo Acha, recibió tanto a personalidades cíviles como militares, para participar del izamiento del pabellón patrio, en el frontis de la Casa Bolognesi, sede cultural del consulado.

En el lugar, el cónsul declaró que las relaciones entre ambos países son amistosas, por lo que los chilenos fueron especiales invitados a la actividad.

'Como consulado se organizó una serie de actividades para conmemorar los 193 años de nuestra independencia', explicó.

Las actividades prosiguieron en la Pérgola de las Banderas, donde autoridades peruanas de diversos ámbitos hicieron entrega de ofrendas florales en el busto del general Bernardo O'Higgins, Gran Mariscal del Perú, siendo uno de los gestores de la Expedición Libertadora del Perú, decisiva para la independencia de ese país.

'Es un gesto muy bello el homenajear a Bernardo O'Higgins, lo que debería hacerse cada día. Lo más importante es destacar que la historia nos une cada vez más y le pido a Dios que esta unión entre países crezca cada día más', comentó la gobernadora de Tacna, Dora Quihue.

Luego de una misa de acción de gracias, realizada en la catedral San Marcos, las actividades continuaron en la Casa Bolognesi, donde tras un discurso del cónsul, Jesús Godrillo, destacado antropólogo peruano, ofreció una charla magistral sobre la diversidad del Capac Ñan, también llamado Camino del Inca, el que hace poco fue declarado patrimonio de la humanidad.

Además, en el lugar se expuso la muestra fotográfica 'Capac Ñan, el camino de la diversidad', la que se encontrará abierta al público durante dos semanas.

Finalmente, en el brindis de honor, las copas se llenaron con pisco sour, para dar paso a una muestra artística de ritmos peruanos y sabores criollos.

La marinera, el vals peruano, el negroide, las percusiones del cajón y el canto se encontraron en el segundo piso de la casa Bolognesi, despertando en los invitados la alegría y las ganas de bailar.

Claro que el entusiasmo también embargó a los dueños de casa, pues el cónsul y su esposa también honraron a su patria al son de la música peruana. J