'Noche Digna', el programa que da una segunda chance a quienes perdían esperanzas
A sus 47 años, Alex Parra no esconde la sorpresa que fue en su vida la hospedería 'Noche Digna', ubicada en la población Juan Noé.
El hombre duerme en el recinto a la espera de los trámites burocráticos luego de cumplir una condena de 18 meses en el Centro de Reinserción Social, situación que lo ha obligado a mantenerse en Arica por más de dos meses, mientras espera el permiso para dejar la ciudad.
'Llego acá porque tengo problemas delictuales. Me mandó para acá desde el CRS la señora Karina, la psicóloga, mientras espero la limpieza de mis antecendes', relata el nacido en Los Ángeles.
En total son 40 las personas que cada tarde/noche llegan a la casona que se distancia de cualquier otra hospedería. La principal labor es poder ayudar a quienes no tienen un techo a volver a conseguir uno, por medio de no sólo el beneficio de una cama y comida caliente, sino también la capacitación en áreas como computación, el uso del currículum y hábitos de limpieza.
- Yo nunca había tocado una puerta, no sabía lo que era esto; lo lindo, lo simpático, lo bonito. Siempre he sido contrario a la sociedad, no me ha dado nada, la odio, de verdad. Pero este centro me ha enseñado otras cosas. Llevo 60 días en este centro y estoy sorprendido. De niño hago maldades y estoy aquí para limpiar mis antecedentes por primera vez en 50 años.
Alex logró llegar al centro gracias a la intervención de la psicóloga del CRS, nos relata. Luego que el poco dinero que tenía consigo se gastara en alimentación y cama para dormir a la espera del papeleo, la mujer, a quien agradece de corazón, lo ayudó a entrar al programa que hace un par de días fue renovado por un año más.
'Estoy sorprendido de las personas de aquí, te lo digo, nunca lo había visto. Camas nuevas, cobertores nuevos, una ducha y leche calientes; me afeito, tengo internet. Yo estoy aquí por un tema social. No fumo pasta, no fumo. Me gusta el copete sí, y este tema es para gente de ese tipo. Tengo una hija en la universidad en Santiago y quiero ayudarla, pero si sigo cometiendo errores ¿Para qué? No llegaré a ningún lugar, tengo que sentar cabeza', detalló.
- Podemos comenzar de nuevo, podemos salir a la calle afeitados, bien vestidos, para buscar un nuevo camino, una segunda oportunidad y no hacer taco en la calle. Para la sociedad somos un problema. Pero si la gente, el Gobierno, las personas no nos ayudan, no se acabará esto nunca.
La historia de Elmer Yucra parte en Santiago. El nacido en Lima, Perú, viajó hasta nuestro país para buscar mayores oportunidades laborales, hace siete años. Con el fin de estar más cerca de su familia es que arriba a Arica, lugar donde espera poder radicarse algún día.
'Tengo un hijo de 14 años enfermo en Lima, por eso emigro. Hace cuatro meses que llegué a Arica, para estar más cerca de mi familia'.
Separado de su mujer, el hombre sueña con poder tener un techo propio donde albergar a su amado hijo y poder cuidarlo en nuestro país. 'Lamentablemente, en la capital se siente uno muy solo. Arica es diferente, si bien las oportunidades son menores, el costo de vida es más barato. Trabajo en un galpón de ropa americana, dinero que me da para vivir y mandar para allá (Perú)'.
- Siempre he dicho que un futuro apoyaré como voluntario en lo que pueda. Quiero devolver toda la ayuda que me han brindado. Aquí hay un grupo de personas, pero afuera hay miles más. He tenido suerte, he aprendido a valorar mi situación. Hay mucha gente que ayuda en este país, aunque hay personas que no se dejan, algunos caen en el mundo de las drogas, los ves en las calles y dices 'se lanzó'. Eso debe pasar aquí y en el mundo.
La historia de don Julio Tobar es conmovedora. El rancagüino de 57 años dejó su hogar a muy avanzada edad, producto de las drogas. Por mucho tiempo se dedicó a caminar, sin rumbo, pasos que lo llevaron por playas de toda Latinoamérica. De vez en cuando, Julio llamaba a su madre, para hacer saber que seguía vivo. Sin pareja y sin hijos, el hombre hoy se muestra orgulloso de haber dejado el lúgubre camino para ser una persona diferente.
'La gente te mira como persona no grata, nadie te ve por como lo que en verdad eres, una persona. Estaba en un hoyo y logré levantarme; muchas gracias a este centro. Es difícil, el camino es muy duro. Siempre hay tropiezos por alguna cosa, pero gracias a Dios pude crecer'.
- La verdad es que sí, pero es difícil. Ahora puedo edificar en la roca, estoy seguro. Es doloroso cuando te tropiezas con la misma piedra. Se puede, y pucha que es rico vivir así, tener tus cosas, invitar a alguien a comer. Ojalá 'Noche Digna' siga creciendo, tenga más pisos. Hay mucha gente que quiere morir, sin oportunidades, pero aquí nos dar una chance. J