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Rodomiro Huanca: un socoromeño de corazón

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Rodomiro Huanca nació en Socoroma y se crió viendo las bandas de zampoñas y tarkas de su pueblo natal.

Desde niño estudió la música y la poesía andina y en su adolescencia comenzó de forma autodidacta a aprender el que sería su primer instrumento: la zampoña.

Recuerda con nostalgia aquellas tardes cuando junto a sus amigos recorrían el sector de las estatuas de sal, famosos por la leyenda relacionada con la historia bíblica de Sodoma y Gomorra.

Subían al sector de Phusiri Collo (Cerro de zampoñeros) donde practicaban sus primeros acercamientos con la música.

'En ese entonces había que hacer méritos para aprender. Los músicos mayores nos pedían ser responsables y obedientes y portarnos bien en la casa y en las clases', recuerda el hombre de actuales 63 años que estudió en la Escuela Esmeralda, pero que cada fin de semana y vacaciones subía al pueblo de sus amores, como llama él a Socoroma.

De ahí no paró más y su impulso artístico lo llevó a aprender, también de forma autodidacta, la tarka, mandolina y la guitarra, además de ser cantautor y de crear el grupo andino, Phusiri Marka (sopladores del pueblo), que lleva 37 años de trayectoria.

Junto con el grupo ha llevado la música andina a países europeos como Hungría, Austria y Francia donde participaron en distintos festivales folclóricos.

'Fue una experiencia inolvidable llevar hasta esos países tan lejanos la música de nuestra tierra y que la gente admirara el trabajo musical', asegura Rodomiro, quien además fue distinguido el año pasado como Hijo Ilustre de la comuna de Putre.

Cuenta con orgullo que ha formado un semillero de músicos que actualmente difunden la identidad regional en todo el mundo como lo es el grupo Arak Pacha a quienes recuerda con mucho cariño y otros ariqueños que actualmente pueden vivir de la música andina en Alemania, Francia y otros países europeos.

'Ese es el mejor pago que uno logra. Creo que la música es un don con el cual se nace, ya que por esto uno deja muchas cosas de lado. Todo esto siempre lo he hecho de forma voluntaria con el fin de que se preserven las raíces andinas y no se pierdan', asegura el hombre que ha sido ovacionado por grupos como Illapu cuando fue declarado Hijo Ilustre de Putre.

Rodomiro agrega que el don musical es algo que se da de forma natural, pero en el cual hay que trabajar para ir reforzándolo. Ahora está dedicado a realizar un taller de folclore en la Escuela América, donde le enseña a niños de Enseñanza Básica los conocimientos que ha adquirido en sus 40 años como músico.

La aparición más reciente junto a su grupo Phusiri Marka fue en el funeral de Rosa Guiza a quien conocía de los años 70, ya que ella los acompañó durante varios años con su grupo de baile.

'En esa oportunidad nos reunimos varios músicos que la conocimos y compartimos con ella. Fue una mujer que aportó su alegría en muchos ámbitos culturales' .

Otro de los reconocimientos que Rodomiro ha tenido fue la declaración de Tesoro Humano Vivo y Premio a la Trayectoria Musical 2011 por el Consejo de la Cultura y las Artes.

Estas condecoraciones han destacado la labor sistemática que el músico ha realizado como cultor e investigador de la cultura aymara y también por su participación activa en las festividades de los pueblos del interior. Junto a su grupo Phusiri Marka además tienen agendada una presentación el 28 de octubre en la Universidad de Música de Oregon, Estados Unidos, donde una vez más difundirán el folclore regional. J