Clásico por laCopa Chile
Aunque no es lo mismo de antes, el clásico de San Marcos con Iquique igual será atractivo para volver a ver en acción a los nuevos jugadores de la celeste para esta temporada.
Aunque no es lo mismo de antes, el clásico de San Marcos con Iquique igual será atractivo para volver a ver en acción a los nuevos jugadores de la celeste para esta temporada.
Durante casi 15 años, el tenis chileno vivió la llamada 'época dorada'. Fue especialmente entre 1995 y 2010 cuando este deporte en nuestro país no sólo le entregó grandes satisfacciones a la población -aún a quienes no estaban precisamente conectados con esta disciplina-sino que llevó a lo más alto del escalafón internacional a la bandera tricolor, esto, incluyendo la doble medalla de oro conseguida por Nicolás Massú, y la presea de bronce de Fernando González en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004.
Fueron los tiempos en los que el tenis acaparaba pantallas y programa, conseguía auspicios, convocaba transmisiones internacionales, ocupaba espacios en pantalla y reunía a los chilenos en torno a un sueño antes comparable sólo a lo que ofrecía la Selección Chilena de Fútbol.
Hoy, en 2014, el fin de la 'época dorada' del tenis se nota demasiado en la actividad. El retiro de las últimas figuras recientes, como Fernando González y Nicolás Massú, después del adiós prematuro de Marcelo Ríos por lesión, terminaron siendo un golpe natural para esta actividad en el país.
A esto se suma lo anunciado por el presidente de la Federación de Tenis de Chile, José Hinzpeter, quien dio a conocer el cansancio que existe en el organismo y en los ex tenistas de elite, por el escaso apoyo que este deporte recibe de parte del Estado.
El dirigente reconoció que se necesitan 300 millones de pesos anuales, durante cuatro años, como base para comenzar a trabajar en la esperada 'generación de recambio', esa que hoy emerge apenas, nuevamente por esfuerzos individuales.
La disciplina en Chile merece más, merece retribuciones a esfuerzos individuales y familiares. Massú recordó que esta generación dorada entregó al país un número uno, medallas olímpicas y un bicampeonato mundial en Düsseldorf. El Estado aún tiene la oportunidad de ofrecer a niños, incluso de zonas tan extremas como la nuestra, la posibilidad de proyectarse y soñar como algún día lo hizo la recordada generación de oro del tenis chileno.
El invierno se hace notar en nuestra ciudad, con una sensación térmica que mueve a los ariqueños a usar abrigos y bufandas. Pero no solo eso, hasta las mascotas andan abrigadas e incluso a perritos de la calle se ve pasar con chaleco.
Al estar cerrada la Casa de la Cultura y el Teatro Municipal con agenda copada, los artistas y muestras se vuelcan al paseo peatonal 21 de Mayo donde todo se confunde con el ajetreo bancario y comercio.