Pese al traje de hombre rana que el equipo de producción le puso debajo del vestuario, Gloria Münchmeyer sufrió mucho rato dentro de una piscina escarchada antes que el director Oscar Rodríguez se convenciera de que la escena era la definitiva. En el patio de una casa de Santiago, rodeada de muñecas y en medio del frío invierno capitalino, la actriz nacional -y su colega Aníbal Reyna- grabaron la última secuencia de la teleserie 'Los Títeres', la que Canal 13 emitió algunos días después, el 16 de julio de 1984.

'Fue terrible', recordó Münchmeyer sobre la gélida experiencia en el agua, a treinta años exactos de la escena que marcó el fin de su emblemático personaje: la villana Adriana Godán, quien tras ver frustrados sus planes termina sufriendo una regresión a su infancia. La perturbadora secuencia no sólo se transformó en uno de los momentos más influyentes de la historia de las teleseries chilenas. Además, dio pie al dicho 'peinar la muñeca', para referirse a alguien que pierde la razón.

'Uno hace la escena pero no tiene idea cómo va a repercutir, todo el eco que va a generar', dijo a este medio Gloria Münchmeyer, quien recuerda el desenlace como 'muy fuerte pero no morboso, sino que tratado con muy buen gusto'. Para la experimentada actriz, 'de todos los finales posibles ese fue el que más me llenó, con un castigo muy terrible para la mala de la historia'. J