La muerte de un niño de un año y cuatro meses, por una presunta intoxicación, provocó que la Brigada de Homicidios de la PDI investigara a fondo una cocinería al aire libre, ubicada en el sector del Valle de Azapa.
Resulta que fue la madre del menor quien llegó con su esposo hasta la posta rural de ese sector, luego de que este último presentara síntomas de intoxicación, tras comprar pollo con agregado en un local del kilómetro 33 de Azapa, muy cerca de donde viven.
Tras revelar que en su parcela, su hijo de un año y cuatro meses y otro de 7 años también presentaban síntomas similares, fue Carabineros del Retén San Miguel que se dirigió de urgencia al lugar, donde encontró al menor de sus hijos sin vida, mientras que a su hermano lo derivaron al Hospital Doctor Juan Noé.
Por orden del fiscal de turno, la Brigada de Homicidios de la PDI (BH) se hizo cargo del procedimiento, aunque será la autopsia la que arrojará la causa de muerte exacta del menor de un año.
¿Pero qué tiene que ver el restaurante en el que se compró el almuerzo?
Según la subcomisario de la BH, Rosa Otárola, los padres del menor fallecido revelaron que antes de llegar a su parcela pasaron a la rápida a comprar en ese recinto de comida.
Al parecer esa fue la última vez que ingirieron algún alimento antes de la muerte del niño. 'A pesar de que la causa de muerte de la víctima fatal la precisará la autopsia, se investiga una supuesta intoxicación, aunque las diligencias aún continúan para determinar si finalmente fue por ingerir alimento contaminado, algún pesticida, monóxido de carbono u otro móvil. Todo eso está en diligencia, así que todavía es difícil asegurar si fue intoxicación e incluso qué tipo de intoxicación fue', explicó. J