No podía ser de otra manera y fiel a su amor por esta tierra.

María Gil, una de los siete hijos que tuvo la gran Rosa Güisa Lanchipa contó que su madre, poco antes de fallecer, se inclinó en su lecho de enferma en el hospital 'Dr. Juan Noé' y comenzó a cantar estrofas del Himno Arica, el mismo que ella interpretaba con tanto fervor cada vez que inauguraban un torneo de atletismo master, donde ella se lucía con sus récords.

La más conocida de las afrodescendientes, una de las últimas en cultivar el arte de la totora, Hija Ilustre, falleció a poco de cumplir sus 92 años. Y de inmediato las muestras de pesar llegaron hasta la Parroquia Santa Cruz donde están siendo velados sus restos.

Estandartes de todas las compañías de bailes religiosos sirven de telón de fondo a su féretro.

Según recuerdan 'ella bailó hasta los 82 años, ya que integró la compañía 'Los Canarios, siendo la primera mujer en formar parte de estos bailarines'. Luego pasó a integrar Las Cuyacas, rindiendo siempre su homenaje y devoción a la Virgen de Las Peñas.

Su despedida será hoy con una misa a las 12 horas en la parroquia Santa Cruz (frente a la Plaza 1° de Mayo) y luego será sepultada para su descanso eterno en el Cementerio Municipal de calle Lastarria, bajo los sones del himno que tanto amó. J