Chatarrero de oficio, sureño de nacimiento y radicado en Arica desde hace ocho meses, Juan Carlos Ramos Santander no imaginó nunca que el martes 8 de julio de 2014 a las 3.20 de la tarde se toparía con una sorpresa mucho más grande que los tantos sillones, envases de bebidas y latas de cerveza vacías que recoge día por medio desde el eriazo del Cerro Chuño, a metros del campamento de Quebrada Encantada.

A esa hora y en ese sector, el hombre de 42 años se topó con una madeja de alambres, trozos de aislapol, cartones, papeles y el cuerpo de una persona completamente carbonizada. 'Pensé que era un maniquí', relató luego, y por eso partió de inmediato a su casa a ver televisión para olvidarse de la imagen. Pero tras contarle a su familia sobre el cuerpo, optó por hacerle caso a su hija, quien le recomendó contactarse con el 133 de Carabineros para relatarle el hallazgo.

Poco antes de las 4 de la tarde, personal del Cuadrante 8 de la Tercera Comisaría arribó al lugar con el hombre, comprobando la existencia del cadáver, por lo que se contactó con el fiscal Daniel Valenzuela, quien derivó el caso a la Brigada de Homicidios de la PDI (BH), unidad que llegó al lugar junto a peritos del Laboratorio de Criminalística para examinar lo que quedaba del cuerpo de la persona en cuestión.

Tras el análisis preliminar del cadáver, se pudo determinar que éste se encontraba recostado en posición dorsal, con la cabeza en dirección al norte y sin brazos, lo que será investigado por la policía para establecer si fue ocasionado por terceros.

'Se trata de una persona de sexo femenino, de un metro 53 de estatura, aunque por el estado del cuerpo, el que estaba completamente calcinado, se deberá analizar para lograr su identidad y además determinar su causa exacta de muerte y descartar o confirmar la participación de terceras personas', explicó desde la BH el subcomisario Julio Orellana.

'Lo que hicimos en el sitio del suceso fue recoger la evidencia principal, que es el cuerpo, y otras que se encontraban alrededor de éste, como elementos que se usaron como el acelerante que produjo la combustión. Ahora, la línea investigativa apunta a que debemos cotejar las presuntas desgracias que existen y antecedentes de personas perdidas', agregó el detective.

Ya volviendo su estado a la normalidad, el propio Juan Carlos Ramos agregó que es primera vez que se topa con algo como lo que vivió ayer.

'No me acuerdo si en realidad hoy debía realizar este trabajo, porque cuando hace mucho frío, a veces no salgo. Lo cierto es que como están las cosas, casi recién llegado a esta ciudad, y con los estudios que tengo, lo único que me queda es trabajar en cosas como éstas'.

- Porque estaba en otra. No sé si en shock, pero no me convencía. Yo vengo del sur, y antes de hacer esto, trabajaba en empresas más formales.

- Claro. Por eso me fui a mi casa y me quedé sentado, intentando tomar harina tostada por el frío y viendo el partido para pasar la imagen que tenía en la mente. Pero bueno, mi hija me hizo reaccionar y por eso estamos acá. J

l Dos condenas anteriores por violación y abuso sexual fueron parte de los antecedentes que entregó el fiscal Mario Carrera en la formalización de J.A.C.E. (el tribunal ordenó publicar sólo las iniciales) y que fueron vitales para que el acusado de violar en dos ocasiones a una menor de 6 años quedara recluido en la cárcel de Acha.

Eso sí, los gendarmes extremaron recursos, ya que los ánimos se calentaron entre los presentes y el imputado, que fue increpado por asistentes, que mostraban intenciones de agredirlo.

El día anterior, el imputado fue efectivamente golpeado por familiares de la víctima, luego de que por casualidad lo encontraran en las oficinas del Registro Civil. La llegada de carabineros que lo detuvieron fue lo que impidió que ese ataque alcanzara mayor gravedad.

El juez Juan Araya dio 70 días como plazo para la investigación del caso. J