Arica está catalogada como la capital regional con menos áreas verdes por persona en el país
Y esto podría parecer lógico en primera instancia, si tomamos en consideración que la ciudad está inserta en medio del desierto más árido del mundo.
Sin embargo, esta conclusión resulta engañosa, ya que Arica se encuentra también en la cabecera del valle de Azapa, uno de los oasis más fértiles de todo el norte grande.
Con sus condiciones de suelo y radiación solar, basta un poco de agua para hacer germinar y crecer una amplia variedad de especies vegetales.
Así, Arica no está condenada a ser una ciudad gris y polvorienta. Basta con un poco de esfuerzo y preocupación para que cuente con áreas verdes de primera calidad, que contribuyan a la calidad de vida de sus habitantes.
No obstante, durante los últimos años la comuna no ha transitado precisamente por esa vía, sino más bien en sentido contrario.
El descalabro que significó el frustrado proyecto del Parque Acuático y el descuido de varias plazas de la ciudad son muestra clara de ello.
Por eso, no deja de ser reconfortante y digno de aplauso el anuncio de que la municipalidad inició un plan de mejoramiento de las áreas verdes , que será ejecutado por la empresa Paisajismo Cordillera, comenzando por la Rotonda Tucapel.
La iniciativa contempla el recambio de árboles viejos por otros más nuevos, la incorporación de nuevas especies y la plantación de pasto en rotondas y bandejones centrales, en un plan que se desarrollará durante cuatro años.
Junto con ello, es necesario tener en consideración las condiciones ambientales y las capacidades logísticas del municipio, para que el esfuerzo no termine perdiéndose por falta de mantención.
En ese sentido, sería conveniente tomar en cuenta iniciativas como la del desaparecido bandejón de Luis Valente Rossi con San Ignacio de Loyola, donde se había habilitado un jardín con cáctus y suculentas, que requieren poco riego y escasa mantención.