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Advierten que las ondas de los teléfonos móviles afectarían la fertilidad

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l Un estudio realizado por la Universidad de Exeter, Reino Unido, sostiene que llevar el teléfono móvil en el bolsillo del pantalón podría tener consecuencias negativas para la fertilidad masculina.

La investigación, publicada por la revista Environment International, realizó un examen exhaustivo de 1.492 muestras de esperma relativas a 10 estudios diferentes, con objeto de esclarecer los efectos de las radiaciones electromagnéticas emitidas por los móviles.

Así, la calidad del esperma fue analizada en base a su motilidad (la capacidad de los espermatozoides para moverse de forma apropiada hacia el óvulo), la viabilidad (la proporción de espermatozoides vivos) y la concentración (el número de espermatozoides por unidad de semen).

Una vez comparados todos los datos, los investigadores descubrieron que la exposición a las ondas móviles redujo una media de 8% la motilidad del esperma, así como unos resultados similares en cantidad de espermatozoides vivos. La concentración, sin embargo, no tuvo un efecto tan claro.

'Dada la enorme escala de teléfonos móviles en el mundo, hay que aclarar el papel potencial de la exposición ambiental. Este estudio sugiere que la exposición a la radiación electromagnética de radiofrecuencia del móvil en los bolsillos del pantalón afecta la calidad del esperma', dice Fiona Mathews, líder del estudio.

'Los estudios están saliendo con un mensaje consistente que la disminución de la motilidad del esperma con la exposición a los teléfonos móviles es acerca de una caída de ocho puntos porcentuales', declaró la experta en BBCNews.

'Para el hombre común no hay necesidad de pánico. Si ya sabe que tiene un problema potencial de fertilidad, entonces puede ser una cosa adicional a considerar', manifestó. J

Descubren 'océano gigante' bajo la tierra

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Investigadores de las universidades de Northwestern y Nuevo México creen que existen potenciales océanos de agua disuelta en roca a gran profundidad bajo los Estados Unidos. El descubrimiento puede representar la mayor reserva de agua del planeta.

La presencia de agua líquida en la superficie es lo que hace habitable a nuestro 'planeta azul'. Los científicos han tratado de averiguar qué cantidad de agua puede circular entre la superficie de la Tierra y reservorios en su interior a través de la tectónica de placas.

El geofísico de Northwestern, Steve Jacobsen y el sismólogo Brandon Schmandt de Nuevo México encontraron bolsas llenas de magma situadas a unos 650 kilómetros por debajo de América del Norte, una firma probable de la presencia de agua en estas profundidades.

El descubrimiento sugiere que el agua de la superficie de la Tierra puede ser impulsada a tan grandes profundidades por las placas tectónicas, causando finalmente la fusión parcial de las rocas que se encuentran profundamente en el manto.

Los resultados, publicados en Science, ayudarán a los científicos a comprender cómo se formó la Tierra, cuál es su actual composición y funcionamiento interno y la cantidad de agua atrapada en la roca del manto.

'Los procesos geológicos de la superficie de la Tierra, tales como terremotos o erupciones volcánicas, son una expresión de lo que está sucediendo dentro de la Tierra, fuera de nuestra vista', dijo Jacobsen, coautor del artículo.

'Creo que finalmente estamos viendo evidencia de un ciclo del agua de todo el planeta, lo que puede ayudar a explicar la gran cantidad de agua líquida en la superficie. Los científicos han estado buscando esta agua profunda durante décadas.'

Los científicos han especulado durante mucho tiempo que el agua quedó atrapada en una capa rocosa del manto de la Tierra situada entre el manto inferior y el manto superior, a profundidades de entre 600 y 750 kilómetros. Jacobsen y Schmandt son los primeros en proveer evidencia directa de que puede haber agua en esta zona de la capa, conocida como la 'zona de transición', en una escala regional.

La región se extiende a través de la mayor parte del interior de los Estados Unidos.

Schmandt, profesor asistente de geofísica, utilizó las ondas sísmicas de los terremotos para investigar la estructura de la corteza y el manto profundo.

Jacobsen, profesor asociado de Ciencias Terrestres y Planetarias, utilizó observaciones en el laboratorio para hacer predicciones acerca de los procesos geofísicos que ocurren más allá de nuestra observación directa.

El estudio combinó los experimentos de laboratorio de Jacobsen en el que estudia la roca del manto bajo las altas presiones simuladas de 600 kilómetros debajo de la superficie de la Tierra con las observaciones de Schmandt, utilizando grandes cantidades de datos sísmicos de la USArray, una densa red de más de 2.000 sismógrafos en todo Estados Unidos.

Los hallazgos de Jacobsen y Schmandt convergieron para producir evidencia de un proceso de fusión a unos 600 kilómetros de profundidad en la Tierra. El H2O almacenado en las rocas del manto, como la ringwoodita, probablemente es la clave para el proceso, dijeron los investigadores. J