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Monitoreo ambiental de proyecto Pucamarca

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Me refiero a vuestro reportaje del pasado domingo 8 de junio, relativo al proyecto minero Peruano 'Pucamarca' emplazado a pocos metros de territorio chileno en el sector del pueblo de Tacora de la comuna de General Lagos.

Aclaro, en mi calidad de ex autoridad del Medio Ambiente en esta región, que los compromisos indicados por el vecino entrevistado quien indica que 'nos prometieron que instalarían una máquina para monitorear cuanta cantidad de polvo estaba ingresando en la zona'; indicando seguidamente 'que no tiene idea si existe el equipamiento', es mi deber indicar que efectivamente existió dicho compromiso con la comunidad de Tacora, el cual se cumplió con la instalación de una estación de monitoreo de calidad del aire.

La primera etapa de este monitoreo consistió en realizar un análisis continuo de material particulado con un equipo que mide simultáneamente material particulado total en suspensión (PTS), material particulado respirable (PM10) y material particulado de 100% de respirabilidad (PM2.5). Según los resultados de esta primera etapa de monitoreo (agosto 2013 a enero 2014) y al registrarse concentraciones de PTS, PM10 y PM2.5 que se aproximen a los límites de la normativa chilena, se debe realizar una segunda etapa (febrero 2014 a julio 2014) cuyos resultados deberán ser sometidos a análisis químicos con lo que permitirá conocer la composición de 51 elementos, entre los cuales destacan cobre, plomo, arsénico, entre otros.

Asimismo, se monitoreó en campo la calidad de aguas superficiales, obteniéndose resultados de 26 elementos, además de PH, conductividad, temperatura, turbiedad y oxígeno disuelto en aguas.

Todos los anteriores compromisos, muestras y resultados fueron entregados personalmente a la Comunidad de Tacora en asamblea del Consejo ADI de dicha comuna llevada a cabo en el mes de diciembre del año 2013 y en presencia de los consejeros.

En cuanto a la participación e información a la comunidad, el proceso de instalación de la estación de monitoreo y las autorizaciones para llevar a cabo dichas labores fueron aprobadas por escrito por la comunidad indígena de Tacora y su Junta de Vecinos.

Así también se obtuvo la autorización de propietarios del sector donde se instaló la estación.

Todas estas acciones fueron una labor coordinada y mancomunada entre la Gobernación de Parinacota, la Dirección Regional de Conadi y la Seremi de Medio Ambiente.

Según los tiempos proyectados por la anterior administración, debiese ejecutarse la segunda etapa del monitoreo e incluir estudios y monitoreos de aguas subterráneas.

Marcelo Cañipa Zegarra