En la conferencia del lunes una mujer tomó el micrófono y le dijo al entrenador: '¿Está nervioso?'. Y Jorge Sampaoli tuvo la respuesta más histérica de todas: '¡No le entiendo nada!'. Y luego dijo que no tenía nervios y señaló que todos los partidos los afronta con seriedad. La extraña respuesta no satisface a la psiquiatría. Peritos en la mente humana acuerdan que las explosiones del entrenador de Chile se deben a que está inestable.
León Cohen, reputado psiquiatra y, a la vez, ex arquero titular de la Universidad de Chile en los años sesenta (es, entonces, el analista más futbolizado de Chile), está ofuscado con el cerebro de Sampaoli. Lo considera disperso. Opina: '¿Sabe dónde está la cabeza de Jorge Sampaoli? En los carteles del Banco Santander'. No es una buena señal, admite. Su trabajo exige concentración y fervor ante el compromiso. 'Hacer publicidad antes del Mundial es distraer el foco. De manera que Sampaoli no puede exigir compromiso a sus jugadores, si cuando ellos salen a la calle lo ven promocionando una cuenta bancaria', alega el psiquiatra-hincha. Cohen sostiene que un líder no puede banalizar un proceso de trabajo.
'¿Tendrá nervios?', preguntamos. Cohen da un salto: '¡Lógico!'. 'Él lo niega', aportamos. Y Cohen se irrita: 'Negar que se está nervioso es un poco patético. Todos los seres humanos sienten pánico escénico ante un desafío mayor. Aunque tengan experiencia y carácter. Negar ese estado no es lo adecuado. Es penoso'. '¿Qué más ve en Sampaoli?', insistimos. 'Rasgos de autoridad difusa. Ha perdido convicciones. Por suerte a su lado está el ayudante técnico, Sebastián Beccacese, un tipo focalizado al 100%'.
-¿Pero, en ese sentido, qué está sucediendo con Jorge Sampaoli?
-Se ha puesto desprolijo. Quizás está embriagado con el vértigo de todo esto- sentencia el especialista.
María Luisa 'Doctora' Cordero le pide ayuda a Chile: 'Hay que dejarlo tranquilo, necesita serenidad. Sampaoli está muy vulnerable'. Agrega: 'Ha perdido el pseudo-misticismo que lo caracterizaba. Lo veo asustado. Como un niñito de temperamento nervioso'. Opina que está ansioso y distraído: 'Sale en un comercial de televisión, va a conciertos de música, se irrita en las conferencias. Está confundido'.
-¿Y las firmes convicciones de nuestro entrenador?
-Empiezan a temblar. Entonces empieza a preguntar la opinión a los demás y pierde el control sobre la situación.
-¿Cómo se arregla su psiquis?
-¡Déjenlo en paz! ¡No lo persigan! Ha estado demasiado expuesto, incluso se ha farandulizado…¡Sean respetuosos con ese pobre hombre! ¡Necesita reflexión! ¡El gallo no tiene vida propia, está cagao! J