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Veredas en mal estado son pesadilla para los peatones

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Carlos Contreras vive en la Población Las Magnolias, en la calle del mismo nombre.

Frente a su casa, los trozos de cemento y ripio son un recordatorio de la vereda que alguna vez hubo en el lugar. Algunos metros más allá, si bien aún se conserva la totalidad del cemento, este se encuentra trizado.

'Es uno de los problemas de la ciudad. Las veredas y las calles son malísimas', explica.

Además, señala que no es el único problema. Diversos factores pueden hacer que caminar hasta una esquina sea toda una proeza.

'También tienen autos estacionados y se une al problema de la basura. El entorno general de las calles es de mucho descuido', expresó.

Una visión similar tiene Nieves Nevea, quien asegura que durante más de 40 años, nadie ha reparado la calzada en la calle Angel Brass.

'Acá cada vecino hace lo que puede. Algunos tapamos con cemento, pero no siempre resulta. Y cuando pasa gente con coches o sillas de rueda, tiene que bajar a donde pasan los autos', comenta la vecina.

'Vemos muchos tropiezos y caídas en el sector. En general las calles de Arica son malas para caminar', expresó Fabiola, quien también habita en ese sector.

Alcídes Maldonado también planteó sus quejas sobre el estado de las veredas en las cercanías del consultorio Remigio Sapunar. 'A diario se tropiezan personas, produciéndose daños, especialmente adultos de la tercera edad', manifiesta.

El caso de la calle Lastarrias es curioso. Si bien la calzada se mantiene en buen estado, un enorme tronco impide el libre paso por el lugar, a un costado del supermercado Santa Isabel.

'Hay veredas que están rotas y más encima hay que bajarse, porque se estacionan autos; pero que aparte tengan raíces de árboles es desagradable. No es nada contra los árboles, pero alguien tendría que hacerse cargo', expresa Claudia Gallegos, haciéndole el quite al curioso obstáculo. J