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Residenciales clandestinas

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El viernes 23 de mayo se publicó una carta y la editorial en torno a las residenciales clandestinas de la Población Juan Noé.

Ciudadano Global, como institución que acompaña a migrantes, está en pleno desacuerdo con este tipo de residenciales. Hoy se estiman unas 80 residenciales en la población, de las cuales la mitad serían clandestinas. Haciendo un cálculo simple, podrían ser más de 2.000 los migrantes que residen en ellas.

Las residenciales clandestinas no sólo son peligrosas por posibles daños como lo sucedido en el incendio del día martes, sino que también son indignas por el aprovechamiento que hacen los dueños de seres humanos que pernoctan en ellas, cobrándoles no sólo por un colchón (que muchas veces está en el suelo), sino también por el uso del baño, del gas, electricidad, todo esto sumado a condiciones de hacinamiento y falta de ventilación.

Algunos arrendatarios obtienen más de 1 millón de pesos mensuales por conceptos de arrendamiento, pero no realizan ningún arreglo en las viviendas.

En Chile tendemos a culpar a los más pobres (mapuches, drogadictos, migrantes, aymaras, etc.), pero hay que ver más allá.

Vergonzoso fue constatar cómo algunos vecinos esa misma noche les decían a los damnificados que se fueran del país. ¡Estaban arrancado de un incendio y veían cómo perdían todo!

Creo que no sólo hay que fijar la mirada en las residenciales (lo estructural), sino también en las personas que viven ahí.

Es una realidad la presencia de más de 15.000 migrantes en la ciudad. Es hora que la comuna acepte esta realidad y los organismos correspondientes no sólo fiscalicen, sino que promuevan alternativas.

No esperemos a que hayan muertes, para hacernos cargo de las condiciones inhumanas que viven muchas personas.

José Tomás Vicuña SJ, director Ciudadano Global Arica

Ser más solidarios

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A estas alturas del año en que las bajas temperaturas y las lluvias comienzan a dar sus primeros pasos, debemos recurrir a nuestra conciencia y preguntarnos ¿Cuánta gente hay que sufre de frío en las calles de nuestro país? Esta cifra debe preocuparnos a todas aquellos quienes profesamos una religión, considerando que en cada hermano esta Cristo, y que tal como se señala: 'Quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve'. Pero ¿Qué hacer en esta situación? Tenemos que sumarnos a las ayudas que entrega la iglesia y poner en práctica todos nuestros valores cooperando con lo que más podamos, es nuestra obligación como cristianos.

Javiera Fuentes Guíñez

Escuela de Líderes Católicos