El incendio de la noche del martes, que afectó a tres viviendas de la población Juan Noé, reabrió el debate sobre los problemas que afectan a los habitantes del sector.

Consultados por las preocupaciones que dejó el siniestro, los vecinos concuerdan que era un problema que se veía venir en cualquier momento, ya que no sólo viven en pasajes estrechos, donde bomberos no puede ingresar con carros, sino que además hay una proliferación de residenciales que operan de manera ilegal, sin contar con los requisitos necesarios.

Es más, el departamento de investigaciones debomberos determinó que fue una sobrecarga eléctrica, producto de conexiones irregulares, la que generó el fuego.

Doña Eida, quien tiene un establecimiento comercial en uno de los pasajes, indicó que la ausencia de fiscalizadores hace que sea muy sencillo el levantar estos lugares para pernoctar, en una población donde la paz se perdió hace mucho.

'Uno es contribuyente, tengo un pequeño bazar. Uno paga patentes y ahí hacinaban gente sin contar con los permisos necesarios. Era algo que sabíamos que podía pasar en cualquier momento'.

Para Mario Cabrera, el problema pasa por temas de seguridad. La proliferación de la delincuencia ha obligado a los vecinos a expandir sus casas con la colocación de rejas, lo que ha quitado terreno para que los camiones de bomberos circulen. 'Aquí nadie ha fiscalizado lo que los vecinos hacen. Hay casas que se han expandido más de la cuenta y ayer (martes) los bomberos tuvieron que tirar agua desde Raúl del Canto', dijo . ' ' J