C on nostalgia y la añoranza de una gloriosa época donde el ferrocarril era uno de los motores de la sociedad ariqueña, la agrupación de trabajadores ferroviarios celebró ayer los 101 años de vida del ferrocarril Arica- La Paz.
Luego de una romería realizada en el cementerio municipal en las tumbas de los trabajadores fallecidos en servicio, los ferroviarios se trasladaron a la sede de la asociación para dar inicio a una ceremonia donde participó el alcalde Salvador Urrutia, el intendente Emilio Rodríguez y el gerente del ferrocarril Arica La Paz, Fernando Peña.
A nombre de los ferroviarios, Luis Aguirre vicepresidente de la asociación, dio un emotivo discurso donde se comparó la época de oro de la estación con el actual abandono que posee este lugar.
'Esto no puede esperar más. No queremos que siga así. Deseamos verlo reluciente. Estamos conscientes que la mayoría de los socios estamos próximos a caminar por el sendero sin retorno, pero no queremos morir sin ver antes en todo su esplendor y hermosura el edificio que nos vio crecer y que nos dio felicidad', dijo con lágrimas en sus ojos, siendo aplaudido por sus compañeros.
Luego tomó la palabra el intendente Emilio Rodríguez, quien realizó un compromiso con los ex trabajadores para la recuperación y mejoramiento de este histórico recinto.
'Hay edificios que son emblemáticos como la aduana, el ferrocarril, la catedral, el obispado. Todo esto tiene que tener un impulso y un apoyo de parte del Gobierno Regional y aún más cuando existe un plan especial de desarrollo donde estos elementos debieran quedar considerados', aseguró.
El gerente del Ferrocarril Arica-La Paz, Fernando Peña, dijo que como institución tienen una gran responsabilidad. 'Somos la próxima generación y corresponde hacernos cargo del trabajo de ustedes, de lo que lograron, potenciarlo y hacerlo crecer. La labor está en que este ferrocarril cumpla 100 años más'.
Acerca del mejoramiento de este edificio que fue declarado Monumento Nacional en 1990, el gerente agregó que 'sabemos que el Gobierno Regional está desarrollando un proyecto técnico para recuperar este edificio patrimonial'.
Al respecto, el alcalde de Arica, Salvador Urrutia, quien formó parte del policlínico del ferrocarril en 1960, comentó que 'esta es una institución permanente de Arica. Si ahora tiene un bajón es por el momento porque está próximo un gran futuro. Tiene una larga vida. Hay planes para transformarlo en un gran medio de transporte para la carga de Bolivia y Brasil y que vuelva a tener la importancia de antaño'. J