Nuestro gobierno y políticos podrían emular al presidente Putin de Rusia; quien por ley prohíbe las groserías en libros, diarios, conciertos y TV. Que bien le haría a nuestra cultura con mayúscula, tratando en lo posible disminuir el tan arraigado mal uso de nuestro idioma y frenar la utilización de palabras soeces, groserías, insultos y descalificaciones en los medios de comunicación y en nuestra comunicación personal diaria concientizando de ello a través de programas del ministerio de educación.

La grosería es una forma de agresión que lleva implícito un desprecio y descalificación del prójimo; ahora, no cabe duda que aun no tengamos la valentía para hacerlo o proponerlo por ley para los medios de comunicación, especialmente la TV en sus programas de farándula y teleseries chabacanas de mal gusto, por su puesto nos falta entender, que es cultura.

José Manuel Caerols

Silvano Tomasi, representante del Vaticano ante la ONU, declaró que éste carece de jurisdicción legal, sobre sus miembros que cometen abusos sexuales contra menores en el exterior, lo cual fue rechazado por el comité contra la tortura, ya que significaría que las leyes solo se aplicarían en sus cuatro esquinas y solo para los que estarían adentro. Dedo para abajo por la exculpación de Tomasi, considerando todos los casos conocidos y que siguen apareciendo de pedofilia acometidos por curas de todos los rangos en el mundo, llevando a cuestionar sus supuestas labores llenas de misericordia y consuelo que ejecutarían en especial con los menores, además por la decidida acción del Papa Francisco de expulsar y castigar duramente a todos los abusadores con sotana.

¿Es que acaso no ha llegado el momento de que la Curia Romana llame a todos sus miembros a terreno, para que renueven sus licencias para ejercer sus ministerios, pruebas de fe, exámenes sicológicos profundos para descubrir adicciones que atenten contra la moral, el gusto por el boato, confirmar sus convicciones, etc.?, es decir, una verdadera limpieza debajo de la alfombra, de seguro muy provechosa para separar la paja del trigo, los que no aprueban a siquiátricos o a la justicia terrenal.

¿Qué opinará el Papa Francisco de lo que sostuvo Tomasi en la ONU?, ante la lluvia de denuncias que no se detienen, el Vaticano requiere confirmar sus convicciones ancestrales, pero con un clero sano y muy comprometido en pleno con el que murió crucificado en el Gólgota.

Luis Enrique Soler Milla