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Se rehabilitan con arte

Alumnos del Liceo Pukará mostraron su mejor veta artística.

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Los internos del módulo B-2 y B-3 del Complejo Penitenciario de Arica, no quisieron estar ajenos a la celebración del "Día del Libro" y por ello, se prepararon y lo celebraron con una serie de actividades artísticas y culturales, que apuntaron a valorar la lectura como una forma de educarse y de aprovechar el tiempo, mientras se encuentran privados de libertad.

Así, los integrantes del grupo de teatro A.C.A. (Arte, Cultura y Alegría) compuesto por internos presentaron la obra: "El futuro lo escribes tú", que relató la historia de dos amigos que vivían vidas totalmente distintas y que luego de un tiempo se encontraron.

El interno Enson Macaya que interpretó en la obra de teatro a Juan, manifestó que con la obra buscaron resaltar la importancia del libro, de la educación y que conformaron el grupo de teatro A.C.A. (Arte, Cultura y Alegría) para de alguna forma reinsertarse en la sociedad.

Además del canto y la poesía, también se entregaron certificados a cada uno de los internos que participaron en la actividad, como también a quienes fueron elegidos como los mejores lectores de los módulos B-2 y B-3.

El interno Sergio Valenzuela que fue reconocido como el "Mejor lector del módulo B-2" expresó que "el libro fuera de la cultura que a uno le enseña, le abre muchas posibilidades, usar la imaginación en otras cosas, aprender más y no querer hacer lo mismo". Reconoció que en el tiempo que lleva privado de libertad ha leído bastante y que un libro de 1.000 páginas se lo lee en 3 ó 4 días.Por su parte, el interno Luis Flores, elegido como el "Mejor lector del módulo B-3" dijo que con la lectura trata de asimilar y pasar el tiempo, de poder ampliar la mente y volar imaginariamente.

El jefe del Complejo Penitenciario de Arica, teniente coronel Manuel Palacios destacó la importancia de la lectura y expresó que "un libro siempre es una herramienta para abrir el horizonte del lector y permite que vea otras realidades lo que puede generar un cambio en su persona".

La directora del Liceo Pukará, Emilia Valenzuela, expresó que uno de los lineamientos del establecimiento es el incentivar la lectura entre sus alumnos y alumnas, como una herramienta para que se eduquen.

Agregó que por ello, lograron tener una biblioteca móvil que permite que los internos puedan acceder a distintos textos. J

Las "Semillas de Identidad" de Gabriel García Márquez

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El aporte con que Gabriel García Márquez tributa en el proceso de construcción identitaria de América Latina constituye una síntesis pocas veces vista en los órdenes de la representación simbólica continental.

En efecto, su obra, una suerte de macrosinfonía cuyos movimientos cursan invariablemente vertebrados por el color y la textura de una americanía tan diversa como incluyente, ritualiza en todas sus partes el hibridismo que obra en nuestros orígenes y caracteriza nuestro "ser en el mundo". Así, por ejemplo, "Cien Años de So ledad" encarna por lejos la objetivación literaria de los alcances de éste, que en rigor más que un "ser" es un "estar", o, en el mejor de los casos, un "ser en pañales" (aún en esta tercería de mundo no vivimos, "duramos"?), posibilitando el acceso a claves no convencionales para la comprensión y desarrollo de una iden-tidad con cierta denominación de origen. Macondo, horizonte de basificación témporo-espacial de la novela, constituye un espacio mágico en donde se avanza hacia el pasado y se entra hacia afuera; esta subversión de la linealidad de los códigos tradicionales de la literatura occidental conecta de alguna manera con la inversión que del tiempo y espacio profanos se hace y practica en el marco de innumerables ritos indo y afroamericanos de revalidación cosmovisual (el Inti Raymi que hacia el solsticio de invierno "amarra" simbólica-mente al sol propiciando su retorno, y con él la reorganización del cosmos qëshwa, y el Vudú circuncaribe que exalta la sacralidad de los comienzos, son dos casos con vigencia).

García Márquez no sólo no fue ajeno a esto; verdadero alquimista articulador de raíces soterradas las utilizó tanto como un recurso estructural con implicancias estéticas, cuanto como una encomiable contribución al fortalecimiento de un ethos con proyección estratégica, del cual, hoy más que nunca, es un militante convencido y declarado.