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Aumento de parlamentarios

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Ante la posibilidad del aumento de integrantes en ambas cámaras del Congreso, de inmediato surgieron opiniones. Están los contrarios, que aducen que se encarecerá los gastos por las onerosas dietas, otros dicen que corresponde al famoso y tan chileno llamado "Resquicio Legal", para que no queden sin trabajo muchos políticos, al agrandar la oferta es más difícil quedar fuera. Otra crítica es que para lograr mejores resultados en la gestión no siempre el aumento en cantidad va de la mano con la calidad, más bien está relacionada con la mejor selección de sus miembros, algo que al día de hoy no existe, en tener controles exigentes en cuanto a medir rendimientos, es cosa de verificar los paupérrimos requisitos que se le exigen a un candidato para ejercer tan delicada gestión, el aumento de congresistas, a su vez trae aparejado más asesores, tema también cuestionado... Hay otros que aceptan el aumento de legisladores, siempre y cuando se repartan el mismo dinero que se les asigna hoy, pero con el pronóstico de que tendrían una fuerte rebaja en sus dietas, cosa que algunos de sus miembros rechazan a rajatablas sin medir sus palabras, incluso condenadas por sus propios familiares... ¿Habría todavía reales interesados en abrazar o continuar abrazando el trabajo legislativo?, porque la verdad es que muchos si ejercieran sus profesiones declaradas en sus antecedentes, nunca tendrían las rentas que tienen hoy.

Ante las recientes tragedias de tantos chilenos que la están pasando muy mal, el desviar la atención a problemas propios político partidistas, solo confirman lo distante que está del ciudadano común de nuestro querido Chile la gran y unida familia política.

Luis Enrique Soler Milla

Día del Trabajador

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El 1 de mayo fui como todo los años a la casa central de la CUT para celebrar el Día del Trabajo, con asistencia del intendente, el alcalde y varias autoridades de la región, pero dos cosas me llamaron mucho la atención. Primero, que en el frontis del hermoso local de la CUT flameaba una bandera chilena en muy malas condiciones, por lo cual le hice un comentario a una secretaria, la cual me dijo: "Ahí está el señor Olivares", el cual me contestó que la bandera estaba puesta en el estrado y se fue. Lo segundo, no me gustó que el señor Olivares, al término de su discurso, llamara a todos los trabajadores a servirse un vaso de bebida con una empanada y que las autoridades pasaran al salón central a un cóctel, el cual le dije que era discriminación, a lo cual el intendente se dio vuelta y me dio la mano, diciéndome que tenía toda la razón. Espero que para otros actos de esta naturaleza se tenga un poquito de tino.

Pedro Medina Sotomayor