Pese a que durante las últimas semanas la discusión política se ha centrado en temas tributarios y económicos, la educación continúa ocupando un lugar importante en la agenda pública impulsada por el gobierno.

El ministerio del ramo ha sostenido encuentros con distintos sectores, lo que ha generado diversas reacciones ante temáticas tan relevantes como gratuidad, desmunicipalización, copago a las subvenciones escolares, selección de alumnos en los denominados liceos emblemáticos y lucro, entre otros. Sin duda se trata de materias relevantes que han levantado polémicas y controversias entre los diversos actores políticos y sociales que componen el país.

Resulta evidente la necesidad de optimizar el proceso educativo y, con ello, promover mejores oportunidades, sobre todo para permitir la movilidad social de los sectores más vulnerables. Sin embargo, es importante que el debate no se centre solo en los procesos de selección o en la forma de financiamiento o administración que utilicen los distintos planteles, sino que también considere aspectos relacionados con la preparación docente.

Además, junto a la discusión nacional que se está llevando adelante, es necesario que a nivel local se solucionen varios puntos pendientes, sobre todo aquellos referidos a la infraestructura escolar, materia que en la región no ha estado ausente de cuestionamiento.

En ese contexto, es claro que cualquier modificación al sistema educativo debe contemplar cambios de forma y de fondo, de modo que las políticas que se apliquen puedan materializarse de manera concreta.

La formación de los futuros profesores y la especialización de los actores que se desempeñan en la educación deben ser considerados como factores preponderantes a la hora de adoptar decisiones.

Asimismo, es necesario generar instancias que permitan revisar las plantas docentes, considerando que a lo largo del país existen muchos cargos que se mantienen por largo tiempo bajo la modalidad de contrata.