Protección Civil en la región
Podrán venir muchos expertos, gurús y chamanes. Puede haber muchos planes, mucha intención y voluntad para hacer frente a una amenaza de la naturaleza. Pero lo que importa llegado el momento es la tratativa a la amenaza y su conducción más el empleo oportuno de lo que se tiene (Logística) para aquello. Digo esto, porque la naturaleza es impredecible. Por tanto, la dinámica del accionar frente a la amenaza se vuelve singular y tiene mucho de improvisación (creación e invención) y de expresión de aplicación espontánea de los responsables de su manejo. La planificación y el entrenamiento solo es un referencial llegado el momento, porque se desencadena la máxima en protección civil: "Nada es suficiente para enfrentar la amenaza y casi nunca se dan las cosas como lo tengo previsto".
No sacamos nada por entrenar a la población en protección civil, si la autoridad no sabe qué y cómo hacerlo llegado el momento bajo un comportamiento inesperado de la naturaleza. Lo que digo no se enseña en la universidad, sino en otro tipo de academia y escuela de educación superior. Mucho me gustaría ver si la autoridad y sus personeros públicos están certificados y calificados para enfrentar a la furia de una naturaleza impredecible en un grado de cataclismo (terremoto y tsunami parecido al de Valdivia). La única forma de saberlo es enfrentarse a aquello en una simulación (un juego de catástrofe) previo dominio de lo que he expresado. Si aprueban, están aptos. Lo digo con mucha moral y conocimiento, pues yo lo he hecho.
René Urra Shields