Basta con sólo imaginarlo: una esquina, con una pendiente muy inclinada, que termina con una curva que dificulta la visibilidad y que destroza el pavimento.

Si a todos estos elementos se le agrega un poco de arena, con la que se intentó tapar los hoyos, puede entenderse claramente por qué los vecinos de la población Guañacagua están preocupados.

Vilma Zambrano, quien vive en calle Manuel Contreras, explica que la situación se vive hace un buen tiempo. "Siempre pasa que se los autos se quedan pillados en los hoyos. He visto a furgones escolares que quedan atrapados y no pueden seguir subiendo", dice.

Pero no es la única que tiene algo que decir sobre la intersección de Manuel Contreras con Nana Gutiérrez. "Nadie ha venido a hacer nada por esta calle. Los autos se dan una tremenda vuelta para no pasar por ahí. Esto lleva así desde el año antepasado", cuenta Claudio González.

La peligrosidad de ese sector es visible. El pavimento, con hoyos de gran tamaño y profundidad, se convierten en un reto para quienes transitar por el sector.

Edith Burgos es otra de las residentes que ha sido testigo de numerosos accidentes. "Hace tiempo un motociclista bajó por Manuel Contreras y como habían puesto gravilla para tapar los hoyos, la moto siguió de largo. Puede haber sido un accidenten muy grave, donde alguien salga herido", comentó Edith.

Javier Peredo, quien en ese momento manejaba por el sector, se mostró preocupado.

"Yo no conocía este camino. Se junta el que haya una curva, una esquina y que sea de bajada. Eso ya es peligroso, pero si estoy bajando no voy a poder ver si un auto está atrapado. Y lo peor es que no es la única calle que está así de mala", expresó el conductor.

Los vecinos, en tanto siguen esperando por una solución que ya se ha tardado demasiado. J