El cuchicheo callejero en Arica: "Si viene el terremoto lo mejor es que nos pille preparados"
Vecinos dicen estar cansados de los constantes avisos de megasismo y de la alarma que produce la TV.
Son las 8.30 de la mañana y apenas enciendo la "tele" lo primero que veo es un titular que dice "Seguidilla de sismos en Arica e Iquique", cambio de canal y es nuestro coterráneo Marcelo Lagos, quien me acompaña durante un fugaz desayuno.
"La isla El Alacrán, hoy conocida como ex isla y en esa época (siglo XIX) bautizada como isla del guano era un lugar donde los barcos se fondeaban y se protegían del viento. Gran parte de esas embarcaciones fueron transportadas por el tsunami de 1868 y del 9 de mayo de 1877 hasta la desembocadura del río San José concentrando gran parte de su impacto en la zona norte de la ciudad", explica el geógrafo más famoso de Chile, con su clásica polera negra, sus lentes habituales y su pelo largo desde el Morro.
Luego de las palabras del ariqueño, viene una nota donde muestran los jardines infantiles instalados en la zona inundable. "Los niños ya saben que en caso de cualquier cosa tienen que estar tranquilos", dice una tía. Luego aparece Franz Schmauck, director regional de Onemi, llamando a la preparación de la ciudadanía en caso de emergencia y explicando el plan de evacuación comunal.
Toda esta información cuando recién van a ser las 9 de la mañana. Salgo de mi casa, afortunadamente ubicada en zona no inundable, me dirijo al trabajo y mientras tanto voy revisando mi facebook en el celular. No puedo dejar de reírme cuando veo aparecer los memes (esas imágenes chistosas ) entre las noticias de mis contactos.
Veo a Kenita Larraín llorando: "No quería decirlo, pero Marcelo Lagos me hizo temblar", luego aparece un oso hormiguero con las manos abiertas en son de choreza diciendo "Ven pa' ca po terremoto c...".
Abajo de eso, hay un kit de emergencia formado por diferentes botellas de alcohol (whisky, ron y cerveza). Les doy like y me bajo del colectivo.
Llego al diario y me encargan hacer un tema sobre qué conversan los ariqueños en las calles frente a este "enjambre sísmico".
Acepto con cara de pregunta. Armo mi panorama mental de entrevistas y salgo a la calle. En el camino recuerdo una frase de "Tinta roja" de Alberto Fuguet, cuando Saúl le dice a Alfonso que "el verdadero periodismo se hace en la calle" y al acordarme de eso me siento héroe o más bien heroína.
"Buenos días, soy periodista del diario La Estrella y estoy haciendo una nota sobre lo que opinan los ariqueños frente a esta ola de sismos", le digo a los jubilados que se sientan en 21 de Mayo con Prat.
Después de mirarme con rareza, salta uno y me dice "nosotros no estamos ni ahí con el terremoto".
"Por favor su nombre", digo con la grabadora en mano.
"Hugo Torres (73), jubilado de la Empresaria Portuaria de Chile. Mire señorita, Dios es el único que sabe hasta cuándo llegamos. A mí me pilló el terremoto en el sur, así que creo que nunca va a haber algo más grande que eso. En todo caso, ya estamos acostumbrados, si tiembla casi todos los días pues".
Otro de los opinantes es Mario Silva (67), también jubilado del puerto, quien dice que como ariqueño ya está acostumbrado a esto de las alarmas. "Desde chico que vengo escuchando que viene un gran terremoto y aún no viene. Ahora creo, eso sí, que la ciudad está más preparada, además el Morro siempre nos protege. Acá lo que más llama la atención es que los medios, especialmente la televisión y los diarios, causan miedo en la gente. Lo único que tenemos que saber es que si viene el terremoto lo mejor es que nos pille preparados", aseguró con orgullo.
En la esquina de Bolognesi con 21 de Mayo me encuentro con Juan Carlos Gajardo, (53) lustrabotas desde hace 40 años, quien me dice de frente: "Yo no vivo preocupado de eso, porque contra la naturaleza no se puede hacer nada. Pero encuentro que la tele, el diario y la radio le han dado como caja al tema y meten cuestiones para que la gente se preocupe de eso nomás y no tome en cuenta otras cosas malas que están pasando. Mire yo soy discapacitado ¿Usted cree que alguien va a ver por mí en caso de terremoto? Cada uno va a tener que salvarse solo".
Al lado de él y escuchando atento se encuentra su amigo Juan Villalobos (56), vendedor de lentes en la misma esquina, quien asegura que la gente anda "espirituada" con el tema.
"A la gente la tienen paranoica, es mucha la parafernalia que le han dado. Si bien es cierto va a venir algo grande, la gente anda como sicoseada, se entra más temprano, se asustan mucho con los temblores. Venga como a las 9 de la noche y ya no anda la gente que andaba antes", asegura el comerciante, que dice estar preparado con agua linterna y pilas.
Un poco más allá y al lado de don Juan Carlos está Mario González (52), quien también quiso opinar. "Mire, yo ando haciendo un trámite acá y aproveché de pasar a conversar con mi amigo. Como discapacitados, nosotros no podemos arrancar altiro, porque la silla se tambalea, tenemos que esperar a que pase el temblor para evacuar. Acá en Arica ya no le tenemos miedo a los temblores de 5 grados, tendría que ser uno sobre 7 para recién causar temor. Por eso la gente sigue trabajando normal, porque esto de los temblores ya se ha tomado como rutina", explica Mario.
En el café Dimango, tomándose un cortado y hablando de la vida, están cuatro caballeros con cara de simpáticos. Me acerco a preguntarles si quieren opinar. El primero, que no quiso decir su nombre, tiene una opinión bien frontal. "De que puede pasar algo puede ser. La culpa la tienen ustedes los periodistas que exacerban las noticias". "Algunos periodistas", me defiendo. "Como Marcelo Lagos", dice Orlando Valenzuela (79), quien agrega que lo que está haciendo el geógrafo en la televisión "es mucho". "Los terremotos no se pueden predecir, cortémosla con el chiste. En la tele hablan y hablan, este pelao el Salfate, esta gente de Brasil. Vivo cerca de la playa y el Lagos (Marcelo) nos tiene vueltos locos a todos", reclama. Simón Panadés (70), en la misma onda, dice que "pareciera que gozaran con el tema. Esto puede pasar en toda la costa, chilena o peruana".
Luego de las entrevistas, regreso al diario, escucho las grabaciones y escribo inspirada. Trataré de irme temprano cosa que si viene el terremoto no me vaya a pillar sola por ahí. J