Estefanía Muñoz tiene un pequeño taller en su casa. Regresó a la ciudad hace un par de meses, luego de una estadía en Copiapó y tuvo que dejar muchas de sus máquinas de coser.

Hoy, entre telas, agujas de coser, hilos, botones, cierres y mostacillas, parece muy lejano el día en el que decidió hacer ropa para Blanca, su perrita.

"Así como jugando empecé el 2009. No sabía coser, pero mi mamá me enseñó. Le hice una capa a la Blanca, porque es muy friolenta. Cosas sencillas. Pero me gustó hacerlas y seguí, cada vez con diseños más complicados", cuenta.

Antes de percatarse, ya estaba diseñando un mundo de ropa y accesorios para mascotas. El hobby empezó a tomar ribetes insospechados y en poco tiempo se encontró distribuyendo pijamas y buzos para perros.

"Me encantan los animales, no solamente los perros. También me gustan mucho los diseños, pintar, hacer manualidades, cocinar. La verdad es que siempre me han llamado mucho la atención los colores, por eso me gusta tanto hacer estas cosas", explica.

Lo que comenzó como un juego terminó por ser un negocio. Algo bastante alejado de lo que estudió.

"Soy técnico agrícola. Es nada que ver con lo que estoy haciendo, pero me satisface mucho. Me encanta ver vestidos de novia o de gala para inspirarme y los clientes se van muy contentos", cuenta.

Su interés es tal, que ha realizado envíos a diversos puntos de Chile y con encargos muy especiales.

"Trato de hacer cosas que no están en otro lado. Por ejemplo, a la gente le gustan mucho los diseños rastas. Son verdes, amarillos y rojos, con su hoja de marihuana y llaman mucho la atención".

Otras de sus creaciones causa furor entre los dueños de perros. Se trata de los chalecos y mantas de equipos de fútbol.

"Una vez hice 5 del Colo Colo y 5 de la Universidad de Chile. Los del Colo se vendieron rápido, pero de la U me quedan todavía", dice sonriendo.

En su casa, la preferencia futbolera es muy clara. Como nieta de "Colo Colo Muñoz", las prendas blancas con negro tienen un lugar especial.

"La ropa de perro generalmente la compran las mujeres. Pero si se trata de un buzo o chaleco deportivo, ellos las toman y si el equipo les gusta, no lo piensan mucho y se las llevan. Las mujeres se fijan más en los detalles", asegura.

Pero no sólo la ropa deportiva es su especialidad. Con el tiempo, llegó a diseñar vistosos trajes para los canes. Entusiasmada, muestra un impermeable en miniatura. Nada lo diferencia de las prendas para humanos que se encuentran en las tiendas.

"Este es a prueba de agua, porque a algunos perros no les gusta mojarse. Son igual que las personas. Algunos hasta modelan si les ponen ropa nueva", comenta.

Y Blanca, su compañera hace 6 años, es un claro ejemplo de ello. Muy tranquila, espera a que Alejandra Muñoz, la madre de Estefanía, le ponga un gracioso disfraz de pavo real.

"Está más gordita parece, no le quedaba así", comenta Alejandra entre risas. Blanca, impávida, permite que se le tomen todas las fotos necesarias. Ni siquiera deja caer su sombrero.

El disfraz de pavo real fue el ganador de un concurso de Halloween, y en él desplegó Estefanía toda su creatividad.

"Yo quería ganar y pensé que si le hacía algo de diablita, bruja o viejito pascuero sería muy común. Así que aproveché los colores preciosos de las plumas y se lo hice", relata.

Blanca es modelo de muchas de las prendas de "StyleCannin", el nombre de las creaciones de Estefanía. Ahora, está pensando en patentar el nombre y, por lo pronto, todos sus diseños tienen una etiqueta que los certifica como originales.

Justamente, sin originalidad no podría hacer su trabajo. Estefanía está convencida de que aún no le piden el trabajo más curioso de su vida, pero tiene varios que quedaron para la anécdota.

"Me acuerdo que una vez un caballero me pidió fracs y vestidos de novia. Me gustó hacerlos, porque tenían muchos detalles, fue un trabajo muy cuidadoso", comenta.

También se prepara para crear un elegante conjunto para una yorkshire.

"Una señora me pidió que le hiciera un abrigo rojo y una boina. Pero quiere que sean en ese color porque dice que le ojean a su perrita. También le haré joyas para que combine", adelanta.

Para las ocasiones especiales, también hay una amplia variedad de trajes de gala. Elegantes vestidos se utilizan para situaciones en las que hasta los cachorros deben estar apropiadamente vestidos.

"Hacer este trabajo es muy entretenido y me gusta mucho. No es lo único que hago, porque también estoy estudiando gestión ambiental. Pero es importante hacer lo que a uno le gusta", indicó.

"También me parece súper bueno que se hagan campañas para que la gente adopte perros de la calle. A la Blanca yo la encontré en una plaza, estaba muy enferma y yo no tenía plata, tuve que pedirle a un veterinario que me ayudara".

De esta forma, espera, no sólo la vida de Blanca puede cambiar. También la de otros canes que buscar amor y, por qué no, algo de estilo. J