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Confirmado: Vecchio es oficialmente flaco

El jugador afirmó que juega con 10 kilos menos que en Unión y que los albos no paran de soñar con la copa.

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Desde hace algunos días da la impresión que el plantel se prepara para una batalla. Ayer, sin ir más lejos, Colo Colo, como si ignorara que faltan cuarenta días para el término del Clausura, entrenó convencido que el domingo juega la final. Y hay fe porque, tras el entrenamiento, ocurrió una noticia alentadora: todo indica que frente a O'higgins se volverá a activar la banda derecha. Chapita, que se retiró por lesión ante Cobreloa, se recuperó. Incluso, animado, se acercó a los micrófonos y lanzó un aguerrido lugar común:

-Es un partido importante.

A menos de dos meses para el final, Chapita mantiene su convicción: "Tenemos una diferencia que nos permite sólo depender de nosotros mismos". Pero agregó ese cliché emblemático de los equipos que se han puesto tensos: "Ahora todos los partidos son finales". El plantel esquiva el relajo y una muestra fundamental es el luchador Vecchio.

Colo Colo, ante el agobiante sueño de la estrella número 30, no descuida los detalles. En ese sentido, el cuerpo técnico ya puede celebrar una victoria: durante la mañana de este miércoles se confirmó que Vecchio al fin es flaco.

Redujo su estómago y se tornó veloz. Lo informó a la prensa con orgullo: "En Unión jugaba con diez kilos de más". Y añadió: "Por ahí mi juego era más estático (…)Cuando llegué a Colo Colo me di cuenta que la dinámica de este equipo es diferente". Y relató, brevemente, que los jugadores están trastornados con el objetivo: "Hay compañeros que me dicen ´sueño todos los días con ser campeón` y yo también lo hago".

Parece que el tema es una obsesión: según Vecchio, apenas degustan la primera tostada de la mañana, los jugadores hablan de ser campeones. A la hora de almuerzo también se figuran levantando la copa. Intercambian mensajes alucinados: a toda hora hablan de obtener la 30. De hecho, el volante albo, enloquecido y sin un ápice de intriga, asegura que conseguirán el título, que nadie lo dude. "Puede sonar feo decirlo", se excusa sin sentirlo. El puntero, más que su buen fútbol, lo que irradia es convicción. J