Patos yecos se trasladan: pasaron de las palmeras a pino araucaria
Según experto, ningún método ha servido para erradicar esta especie.
Pensaron que habían encontrado la solución. Que la poda, amarre de palmeras y destrucción de nidos, por fin podrían alejar a estos invitados de piedra que tanto malestar causan en los transeúntes, automovilistas, skaters y todo aquel que se cruce por la plaza Colón.
Pero no contaban con la astucia de los cormoranes, conocidos popularmente como patos yecos.
Al ver sus queridas palmeras amarradas y sus nidos vacíos no encontraron nada mejor que cambiarse de casa y trasladarse a lo más cercano. En este caso, fue el pino araucaria de la plaza del Roto Chileno, vegetal que antes incluso se utilizaba para adornarlo como árbol de Navidad.
Luego de un pasado glorioso, en el que fue protagonista de innumerables postales, el pino ahora luce cada vez más calvo y decaído debido a que los patos yecos han hecho presa de él.
Jorge Torres, encargado municipal del medio ambiente, comenta que esta migración se produjo debido a los métodos que han utilizado para alejar esta especie.
"Ahora se están concentrando en otros lugares, ya que la cantidad de hojas de las palmeras no les permiten edificar y hacer posaderas".
Añade que "los pocos que quedan se están concentrando en otros puntos porque en las palmeras ya no pueden anidar".
Entre las medidas que se han tomado para disminuir a los patos yecos está la disminución de los polluelos con la destrucción de nidos y la poda y amarre de las palmeras.
Para el ornitólogo Ronny Peredo, las medidas qe se han tomado no son suficientes y no terminan con el problema de raíz.
"Lo primero que hay que saber es cuántas aves tenemos y en qué lugares están. Si no se realiza esto es como tirar palos a ciegas".
Para el experto en aves, no sirve ahuyentar a los patos yecos con medidas superificiales, ya que van a regresar, de igual forma, a sus lugares de orígen.
"Estas son aves nativas de Chile, siempre habían estado, lo que ocurre es que no habían colonias reproductivas. Esto es lo importante; cortar las hojas de las palmeras sólo produce un daño a la naturaleza y a largo plazo eso no dará resultado, como ya lo estamos viendo".
Peredo agregÓ que es bastante difícil erradicar esta especie, ya que en palabras simples se instalaron en Arica y les gusta vivir acá.
"Hace un tiempo atrás se realizó un plan que dio frutos. Se espantaban con bombas de ruido y se logró disminuir la población, pero como hubo varias gestiones municipales no pudo haber un seguimiento en el proceso, lo que dio como resultado que aumentara la población", finaliza. J