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La opción de comprar libros de segunda mano

Ariqueños han elegido comprar los textos que piden en los colegios en locales del Terminal Asoagro.

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Con títulos tan llamativos como "La cama mágica de Bartolo", "El Oso que no Era" y "La Porota", las listas de textos de literatura son otro de los pendientes para los apoderados.

Para nadie es un secreto que los altos costos de los libros en el país han generado todo tipo de debates. Sin embargo, la opción es comprar libros de segunda mano.

"Yo he averiguado en el centro y acá están mucho más baratos", comenta Irene Villegas, quien junto a su esposo, Mario Reyes, atiende una librería en el pasillo "persa" del Terminal Asoagro.

"La diferencia es harta. Si en las librerías los precios van desde los 4000 pesos, y acá se pueden encontrar a 2.500", explicó Irene.

"Algunos papás hasta piden las fotocopias, porque sale mucho más barato. Y en el local también vienen universitarios a cambiar o vender los que ya no usan, para poder ahorrar", comentó.

Glenda Torres justamente estaba buscando libros para su nieto que cursa primero básico.

"A mi me encargaron los libros y puede que acá esté más barato. Piden muchos para los niños"; explicó.

La economía fue también la motivación de Febi Lara para buscar libros de segunda mano.

"Piden 10 libros para todo el año, porque leen uno por mes. Yo tengo hijos en cuarto básico y primero medio, además que el otro año va a ir otro más, así que tengo que ahorrar", comentó.

Freddy Huara, quien tiene una librería en la Feria Santa Ana, explicó su parecer frente a la compra de libros usados.

"Este año están pidiendo algunos libros que difícilmente se van a encontrar en el agro, como "Las ventajas de ser Invisible", que los apoderados buscan mucho, pero al ser tan nuevos es complicado encontrarlos de segunda mano. Muchos colegios piden libros de las tres editoriales principales y el costo es elevado", manifestó.

"Esto al final es un problema para los apoderados, porque al año tienen que comprar 10 libros a unos 7.000 pesos cada uno, lo que representa un gasto muy alto", expresó Huara.

Esto ha llevado a algunos a tomar una decisión más drástica sobre estos productos.

"Los precios de los libros son muy altos. En varios locales se venden libros de segunda mano, pero otros son piratas. Pero cuando vienen a fiscalizar, es como si vendieran droga y se trata de libros", comentó una locataria que quiso mantenerse en reserva.