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Evento de gran dimensión a meses de repavimentación

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Quien haga el ejercicio de detenerse durante algunos minutos en la intersección de Conrado Ríos con Juan Antonio Ríos, probablemente notará dos cosas.

La primera es que los automovilistas doblan con cuidado, mirando insistentemente el asfalto. Algunos, incluso, bajan la velocidad para tener una mejor perspectiva y no faltan los que gesticulan y hacen comentarios a sus acompañantes.

Lo segundo que se podrá notar es la causa de tanto asombro. Uno de los conocidos "eventos" y que apareció hace algunos días, llama poderosamente la atención de peatones y automovilistas, debido a sus características. De unos 40 centímetros de diámetro, en promedio 20 cms. de profundidad, se ha convertido en una pesadilla para quienes transitan el sector.

"La verdad es que no me fijé cuando apareció ese hoyo. Pero estoy seguro que van a aparecer más en poco tiempo. El pavimento se hundió en varias partes de Juan Antonio Ríos. Apenas pase un camión o un vehículo pesado, se va a romper", comentó Edgar Guillén, dueño de una propiedad en el sector.

Miguel Palma, quien tiene un local de cambio de frenos en la población Maipú Oriente, también se percató de la situación.

"Que el pavimento está así es sumamente peligroso. En esta intersección se ven hartos accidentes y si los automovilistas se preocupan por esquivar los hoyos, es más probable que pase algo. Hace varios años un camión casi se da vuelta arriba de una casa", comentó el vecino.

Palma asegura que este tipo de "eventos" han traído problemas a los residentes de la población, pues ha sido testigo de caídas y tropiezos ocasionados por las irregularidades del piso.

"Hace poco una abuelita se cayó adentro de uno de estos hoyos. Son muy profundos, la gente no se fija y se terminan cayendo", aseguró.

Edgar Guillén comenta que ha sido testigo de muchas maniobras que casi terminan en colisiones, justamente, por evitar las áreas del pavimento que se encuentran hundidas.

Algunas marcas de neumáticos alrededor del hoyo son evidencia de las maniobras que realizan los conductores para evitar el problema.

Sin embargo, no es el único inconveniente de Juan Antonio Ríos. La calle, por la que pasa transporte público, no está en buen estado.

"Lo de ese hoyo es peligroso, pero en las partes en las que el pavimento se está bajando es peor, porque los autos lo notan cuando ya están encima y varias veces han estado a punto de chocar", comenta.

El problema se aumenta debido a los autos estacionados en la calzada, pues quitan visibilidad a los demás automovilistas.

Si bien quienes son conductores frecuentes suelen acostubrarse a esquivar los hoyos en las calles que ya conocen, el que aparezcan nuevos eventos es un verdadero inconveniente, especialmente si son tan profundos como éste.

"Este no estaba la semana pasada, casi me caigo porque no lo vi", comentó un taxista a la pasada, luego de esquivar este nuevo obstáculo. J