La Municipalidad de Arica ha enfrentado en el último tiempo una serie de inconvenientes relacionados con la recolección de la basura domiciliaria, una situación que preocupa a las autoridades y genera molestia en distintos sectores de la población.

Durante el año 2013 y producto de una movilización nacional a la que adhirieron los funcionarios municipales de todo el país, la administración comunal mostró dificultades para desarrollar esta importante labor.

Sin embargo, cuando el conflicto encontró solución, nuevamente se evidenciaron complejidades en la recolección de desechos, lo que ocasionó nuevas críticas dirigidas hacia el Edificio Consistorial. Este segundo episodio se desencadenó producto de la inoperatividad de gran parte de la flota de camiones recolectores, vehículos que presentaron serios desperfectos mecánicos. Finalmente y cuando el tema parecía decantar de manera favorable, desde Aseo y Ornato manifestaron que producto de inconvenientes administrativos existían dificultades para la adquisición de combustible; sin duda un hecho insólito e inesperado.

En definitiva, episodios que afortunadamente no provocaron una alerta o una crisis ambiental, pero que sí expusieron a la población a situaciones poco recomendables.

Mientras el municipio trabaja en la elaboración de un plan que permita una solución integral al problema, las autoridades comunales han abogado por el compromiso ciudadano respecto al tema. En ese sentido, es evidente que una ciudad limpia es tarea de todos, pero también es necesario considerar que, en este caso, la primera responsabilidad recae en los encargados de dirigir el desarrollo comunal y aquello no es algo transferible.

Pese a que existen fuertes argumentos que explican el origen del problema, lo cierto es que son las autoridades quienes deben buscar y presentar a la comunidad soluciones adecuadas, pero también oportunas.