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El intenso calor no hizo más que darle fuerzas al baile

La segunda jornada del carnaval "Con la Fuerza del Sol" demostró que se requiere más deun día para que alcance a mostrarse todo el color y la alegría del baile y la música. Miles de ariqueños dejaron hasta el alma en las calles más céntricas de Arica, para inundarlas con las tradiciones.

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C on ritmos pausados o rápidos, melodías serenas y frenéticas, con el sol brillando en lo alto o con el viento azotando la piel.

Simplemente, la pasión que demostraron los bailarines y los músicos no tuvo límites. Horas de ensayo tuvieron finalmente su recompensa, pues el carnaval "Con la Fuerza del Sol" se lució en todo su esplendor, luego de 13 años de vida.

Fue tal el entusiasmo de las comparsas y del público, que al dar las 7 de la mañana del día sábado, recién bailaba la última comparsa .

Pese a la maratónica jornada, no faltó público para recibir y ovacionar a las más de 60 agrupaciones que en un despliegue de tradición y alegría bailaron durante horas.

Esa misma fuerza permitió a los bailarines no dejarse vencer por el cansancio ni por los factores externos. Muchos trajes, aunque llenos de colorido y llamativos, requerían de algún grado de fuerza de voluntad para ser utilizados.

Es el caso de las bailarinas de Waka Waka, algunas de las cuales llegaron a utilizar la no despreciable suma de 20 faldones para danzar a las 15 horas el sábado. O los valientes de los tinkus, que sin dudarlo se enfundaron en gigantescos trajes de animales para seguir con las tradiciones.

El mismo amor por el carnaval llevó a niños pequeños, tanto del público como de las comparsas, a mantenerse despiertos hasta la madrugada, para empaparse del espíritu carnavalesco.

Incluso, los que aceptaron de buena gana la serpentina, la challa y la nieve artificial sobre su cabello o su ropa y entraron alegremente al juego, demostraron que la fuerza del sol es una sola con la fuerza de la gente apegada a su tierra y a su gente. J