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Definitivo: Arica contará con hotel 5 estrellas y casino

Se construirá en el recinto que alberga en la actualidad al Hotel El Paso y formará parte del proyecto Arica City Center.

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Un hotel cinco estrellas con 129 habitaciones y que incluye un casino forma parte del proyecto inmobiliario que la empresa española Egasa desarrollará a partir de 2015 en Arica. A ello se suma un centro de convenciones que tendrá una capacidad de 800 personas.

La inversión de la obra: 50 millones de dólares y contempla levantar un recinto de 2.900 metros cuadrados en el mismo terreno donde hoy se ubica el Hotel El Paso y que forma parte del proyecto denominado "Arica City Center", que desarrolla el mismo holding español, que en su conjunto contempla cuatro torres de departamentos, de las cuales ya se construyeron y vendieron dos, más un edificio de oficinas.

El gerente en Arica de Egasa, Peter Müffeler, añadió que paralelamente el proyecto avanzará con la construcción de un boulevard comercial, que incluye 40 locales entre tiendas, supermercado exprés, servicios y zona de restaurantes con una amplia terraza al mar. "Actualmente nos encontramos preparando los antecedentes para iniciar el proceso de anuncio, formalización y otorgamiento del permiso de operación, a través de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ). Luego procederemos a realizar la etapa de licitación del proyecto, para a finales de año establecer una determinada constructora que inicie las obras a partir de 2015", comentó Müffeler.

El ejecutivo explicó que en esta nueva etapa del "Arica City Center" dispondrán de 400 cupos de empleo para la construcción de los recintos. Una vez que esté operativo el hotel y el casino, dijo, "estimamos sobre los 500 trabajadores en las diversas áreas del centro integral".

Sobre las expectativas que existen frente a esta nueva etapa, Müffeler explicó que Arica ha demostrado en los últimos años que Arica necesita una mayor y mejor oferta de bienes y servicios. "Esto explica el éxito en la comercialización de los edificios de departamentos, denominado 'Condominio El Paso

El último funcionario romántico del Registro Civil

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Ramón Rubilar tiene 59 años y lleva casi 40 como funcionario del Registro Civil. Hace casi dos décadas, calcula, se convirtió en oficial civil, y entre todas las labores que debe cumplir la que más le gusta es unir a las parejas en matrimonio, porque "uno hace feliz a las parejas que se casan", dice.

Después de todos estos años, Ramón cuenta que a veces se topa en la calle con parejas que ha casado, que lo reconocen "y me muestran sus hijos". Para él, esto es el resultado de ser "carismático". Asegura que la clave está en hacer participar a todos en la ceremonia: "Les pido a los novios que me cuenten la historia de su amor", y con eso crea ambiente.

Según cifras entregadas por el Registro Civil, en los últimos dos años la cantidad de parejas que contrajeron matrimonio ha bajado. Así, mientras entre 2010 y 2011 aumentaron los matrimonios en un 6,3%, en 2012 la cifra cayó en un 1,2% y en 2013, un 2,8%.

"Ahora las mujeres están más quisquillosas y los varones no quieren perder su libertad", reflexiona Ramón. Pese a todo, este oficial de la comuna de San Joaquín no cree que los matrimonios estén en baja, pero sí que han cambiado: "Ahora con la tecnología muchos se conocen chateando". Recuerda que conoció a una pareja formada por un chileno y una española que se conocieron por internet. El enamorado la fue a buscar a España, se vinieron juntos y Ramón los casó. Cuenta que todavía tiene guardada la carta que ella le escribió al novio y que leyó en la ceremonia.

Y es que Rubilar se declara un romántico. "Soy descendiente de francés y los franceses son románticos", explica.

Por eso, se preocupa de que cada matrimonio sea único. "Si el ambiente es bueno, se hacen buenas ceremonias", dice. Y para hacerlo, usa su experiencia para improvisar palabras dedicadas a los novios. Incluso, lleva una banda sonora ad hoc a las ceremonias. André Rieu, el famoso violinista holandés, es uno de sus favoritos.

Ramón cuenta que cuando recién comenzó en el oficio de unir enamorados, tenía un discurso preparado para todos los matrimonios, pero ya no lo necesita. "Es cosa de tener una buena llegada con el público", asegura.

Ramón es viudo y tiene dos hijos, pero no se ha vuelto a casar. Eso sí, no cierra la opción. "Quién sabe", dice.

Aún recuerda el primer matrimonio que ofició: fue a una persona desahuciada en el Hospital Barros Luco, y de testigo hubo doctores y enfermeras. "Ahí uno tiene que modificar un poco los artículos. No se dice 'para procrear