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Otra madre en Arica no va a vacunar a su hija menor

Decisión se funda en reacción adversa a vacuna contra Hepatitis A que la dejó con otra enfermedad.

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Luego de conocer a través de el caso de una joven madre que se negó a vacunar a su hija recién nacida, por su temor a los posibles efectos secundarios del timerosal -componente a base de mercurio incluido en las vacunas del Plan Nacional de Inmunización del Minsal-, una segunda madre en Arica tomó la misma decisión junto a su marido, decisión avalada por la reacción adversa que tuvo su hija de tres años tras ser inoculada contra la hepatitis A, en el marco de una campaña a nivel nacional desarrollada a fines del año 2013.

El 29 de octubre de 2013, la pequeña Maite Núñez Tapia de tres años de edad -previa autorización implícita de sus padres- fue vacunada en su jardín infantil por personal del Consultorio Sapunar.

Dos días después, la niña presentó "fiebre sobre 39°, lesiones en sus muslos y dolor abdominal leve", según explica su madre en carta dirigida al seremi de Salud Luis Sandrock, el 21 de noviembre de 2013.

Tras ser internada de urgencia en una clínica privada y de ser atendida por un médico, que le diagnosticó "púrpura y otras afecciones hemorrágicas", la niña fue enviada a su domicilio medicada con corticoides e ibuprofeno.

No conformes con dicho diagnóstico, ambos padres concurrieron con su hija a una segunda clínica, lugar en el que otro facultativo ratificó la opinión de su colega.

Para mayor seguridad, la niña fue derivada a su pediatra tratante, quien el 7 de noviembre certificó que Maite Núñez Tapia presentaba un cuadro autoinmune, "lo que ha generado una angustia, desazón y preocupación en nosotros que somos sus padres", explica Sandra al seremi de Salud.

En la misma misiva Tapia explica que "en conversaciones sostenidas con los tres facultativos antes señalados se nos informa que la enfermedad diagnosticada a nuestra hija (púrpura de Schönlein Henoch ) es consecuencia directa de la vacuna suministrada el día 29 de octubre", por lo que pide a la Autoridad Sanitaria "determinar si la vacuna suministrada es causa directa del diagnóstico de púrpura" así como el reembolso de los gastos médicos.

El 28 de noviembre el seremi de Salud le responde a Sandra Tapia que "el caso de su hija fue informado al Departamento de Inmunizaciones del Ministerio d Salud y al Subdepartamento de Farmacovigilancia del Instituto de Salud Pública, siendo éste último el responsable de la evaluación según su causalidad de los Eventos Supuestamente Atribuidos a Vacunación e Inmunización (ESAVI), estimando si el evento está relacionado a la vacunación o no (…) que una vez recepcionadas las evaluaciones indicadas, confirmaremos a usted si el caso de su hija es atribuible o no a la vacunación recibida".

A requerimiento de este medio, la Seremi de Salud informó que el de Maite "es el único caso a nivel regional en relación a la vacunación contra la Hepatitis A". También asegura haber realizado todas las diligencias para dar respuesta al caso presentado por la señora Sandra y menciona la notificación de éste al ISP. J

ISP: es "improbable" que vacuna haya causado la enfermedad en la niña

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l El pasado 31 de enero el ISP le respondió a la madre de Maite Núñez Tapia, calificando de "improbable" que la vacuna contra la Hepatitis A sea la causante de la enfermedad inmunológica que afecta a la menor.

La respuesta del ISP señala que "se ha realizado la evaluación de acuerdo a los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud, calificándose este caso como improbable que la vacuna pudiera estar asociada a la púrpura de Schönlein Henoch reportada".

Frente a esta respuesta, los padres de la menor manifestaron su absoluta disconformidad con el resultado y comunicaron su decisión de no volver a vacunar a su hija, pues, según se han enterado, la enfermedad inmunológica que adquirió Maite "daña el sistema renal, lo que implica hacerle controles cada tres meses" asegura su madre. Todo ello se suma a los problemas de salud que la niña viene presentando desde noviembre.

"Después de la respuesta que recibimos desde Santiago (del ISP), tomamos la decisión de no volver a vacunarla ya que nadie nos garantiza que esto no vuelva a pasar; esta (la púrpura) es una enfermedad inmunológica , y si yo vuelvo a exponer a mi hija a una vacuna, corre el riesgo de activar nuevamente su sistema inmunológico como sucedió con esta enfermedad de púrpura de Schönlein Henoch", afirma la madre.

"La niña se queja en la noche de dolores articulares, de sus piernas y manos; sólo podemos tratarla con masajes", explica su compungido padre. J