Con sorpresa he podido notar que en la actualidad deambulan por la ciudad gásfiter, técnicos en refrigeración, albañiles, electricistas, etc. Estos cobran tarifas de países como Estados Unidos, Europa y lo encuentro muy loable y justo. Lo que realmente me parece ilógico es el grado de profesionalismo, ya que después de vivir 2 años en Europa, esta gente tiene un grado de preparación y responsabilidad por el trabajo que hace.

Me gustaría saber si estos técnicos tienen alguna credencial o grado de responsabilidad por lo que hacen y se les paga, ya que la gran mayoría ejecuta estas labores y deja los trabajos a medio hacer o desaparecen y no hay donde reclamar.

¿Existe alguna entidad que fiscaliza a estos "técnicos" donde se pueda saber el grado de preparación que tienen para las tarifas que actualmente se están cobrando?

Desgraciadamente, por lo que veo la ley no exige nada para que coloquen avisos en los diarios o se paren frente a lugares muy concurridos a ofrecer sus servicios, ya que algunos cometen verdaderos fraudes disfrazados de maestros chasquillas de última categoría y con utilería o herramientas que poseen que deja mucho de desear.

Sin dejar de tomar en cuenta que les permitimos entrar a nuestras casas exponiendo nuestra seguridad personal y familiar .

E. Ávila S.

Deseo expresar un agradecimiento a nuestro alcalde Dr. Salvador Urrutia, ante su inmediata como atenta respuesta afirmativa, ante una iniciativa ciudadana, que se ha generado en las redes sociales, con amplia participación de los ariqueños, preocupados por nuestra ciudad.

La propuesta, es que se coloque el nombre de una calle a una persona destacada como destacado ariqueño Don Tito Watson, de una personalidad ejemplar, amistoso, humilde, que regala paz por nuestras calles y su trabajo de toda una vida, alegrando nuestras vidas de ariqueños, en su dirección del orfeón municipal.

Sergio Vásquez Ochoa

Me alegra la noticia que el Consejo Regional haya aprobado más de 270 millones para comprar juegos infantiles para las juntas de vecinos.

Muchas veces, por problemas de dinero, no podemos llevar a nuestros niños a los juegos de Chinchorro o La Lisera, así es que será una gran ayuda para que ellos puedan disfrutar con sus amigos. Eso sí, apenas los instalen, ojalá que la comunidad los cuide y no los destruyan como ocurre con muchas obras de adelanto en Arica.

Cristina Herrera