"He decidido dar un paso al costado y no asumir como subsecretaria en marzo". Con esas palabras renunció ayer Claudia Peirano al cargo de subsecretaria de Educación.

Acompañada por el futuro ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, Peirano comunicó su decisión de renunciar al cargo antes de asumirlo, transformándose así en la primera renuncia del próximo gobierno.

La dimisión prematura ocurre luego de que se revelara que Peirano era una de las firmantes de una carta publicada en 2011 en El Mercurio, en la que manifestó su posición contraria a una política amplia de gratuidad en la educación superior.

Sumado a esto, el sitio El Mostrador, reveló que Peirano además era parte de la empresa Grupo Educativo Soluciones Integrales, que presta asesorías a colegios vulnerables. Entre los establecimientos que recibieron sus servicios, está la "Red Educacional Crecemos", a cargo del ex esposo de Peirano y ex vicepresidente de la DC, Walter Oliva.

Desde la futura oposición las críticas no se hicieron esperar. El diputado de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, calificó la renuncia como un "papelón de proporciones". El parlamentario, declaró a La Estrella que con la renuncia de Peirano "se pone en duda la autoridad presidenta" porque sería señal de que "los grupos de presión, que pueden ser muy legítimos, están conduciendo al nuevo gobierno". El diputado además agregó que la dimisión es un signo de que la experiencia del primer período de Michelle Bachelet "al parecer no existe". Monckeberg lamentó que "una persona queda fuera de su cargo solamente por pensar distinto, ella no cometió ningún delito".

El presidente (s) de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, negó que esto fuera un triunfo de los estudiantes señalando que "aquí ganó el programa de gobierno, ganó que todos queremos colaborar para que no exista ninguna excusa para hacer las transformaciones urgentes en el área de la educación" J