l Michael J. Johnson, un vigoroso negro de 22 años, fue arrestado por contagiar el sida de forma indiscriminada en Estados Unidos. Johnson, de hecho, es un portador consciente. Lo sabía hace un tiempo y, aún así, se dedicó a contactar universitarios del estado de St. Louis. Lo hacía mediante sus tres cuentas de Facebook. Citaba los varones en su departamento. Y tenía sexo sin preservativos. Más encima los grababa. Uno de los varones, al descubrir que había sido contagiado, denunció el hecho. Y Johnson, autoapodado Tiger Mandigno, fue detenido por funcionarios de la policía. J

l La explosiva cantante Katy Perry reveló aspectos de su intimidad sexual en una entrevista realizada a la revista para varones GQ. Perry, que aparece en la portada con un escote de alto impacto, primero detalló cómo perdió la virginidad. Dijo que fue a los 16 años, al interior de un auto, escuchando de fondo el álbum "Grace" de Jeff Buckley. Por suerte, agregó, fue con un hombre al cual amaba. Luego Perry especificó un extraño contacto que tuvo con Dios: "Un día le dije: ¿Dios, me podrías dar senos tan grandes que cuando me recueste no vea mis pies?". Y el Señor cumplió. J

Las noticias no son auspiciosas: lo que viene es la debacle. Lo consigna el estudio de una revista española llamada Glamour, el cual revela que un 76% de las mujeres encuestadas prefieren el cuidado personal al sexo salvaje.

Prefieren, en resumidas cuentas, el relajo individual a la actividad mágica del erotismo. En Chile no es diferente. Una señorita de 23 años, Valentina Espejo, estudiante de periodismo en la Universidad de Chile, alcanzó el punto más alto de frialdad. Señaló, sin culpas, que prefiere comer sushi a tener sexo. Lo explicó: "Los hombres están disponibles a toda hora, en cambio los delivery son con horarios. Prefiero comer sushi primero, para estar con mucha energía para lo que viene después, que puede ser sexo u otra cosa".

Esta no es la actitud, reclamaron decenas de hombres encuestados, tipos maravillosos, en plena edad reproductiva. "¿Quién puede querer más un Ebiiroll lleno de arroz mojado a un orgasmo?", se preguntó Leonardo. "Comer engorda, transpirar en la cama permite adelgazar. Al menos en eso deberían pensar las mujeres", propuso Mauro.

También, alimentando la asexualidad, un estudio de la compañía mediática iVillage reveló las ocho actividades que las mujeres prefieren al sexo.

El primer lugar es tomar una taza de té o café. El segundo lugar es tiempo para el cuidado personal. El tercer lo obtiene salir a caminar. El cuarto, usar el smartphone. Luego viene leer. Ver televisión. Dormir. Comer chocolate.

"No todas pensamos así", disparó Carolina. ¿De qué habla? "Hay alguna mujeres que todavía preferimos el sexo al chocolate o a tomar una taza de té". Respiramos. Quizás todavía queda un poco de cordura erótica en este mundo. "No siempre hay que creer todo lo que dicen los estudios. Los estudios parece que los hacen las frígidas", finalizó la mujer. J