Pizzi, el entrenador, está desesperado y lo querría hacer debutar el sábado. Hay gran expectación en la ciudad. El chileno firmaría en cualquier momento.
La firma de Eduardo Vargas, especulan los periodistas deportivos de Valencia, es inminente. Y anuncian que hay una conmoción entre los entendidos. Ayer, por ejemplo, el masivo diario Súper Deporte, un magazine casi enteramente dedicado a las novedades del fútbol valenciano, dedicó cuatro páginas a todo color al chileno con el título: "Vargas viene con todo". Y en la foto de portada, el crack aparece con su timidez habitual, colgado del brazo de Daniela Collet, su novia brasileña (a juicio de los españoles, es la mujer que le enderezó la vida del jugador…).
"Será un crack, pero de momento es sólo una sospecha", reveló un periodista del diario en cuestión. Y apuntan a que Vargas, el explosivo Turboman (los periodistas de Valencia ignoraban este apodo del delantero: rieron), podría implicar un impulso ofensivo para Juan Antonio Pizzi, el nuevo técnico del club y quien, como sabemos, días atrás marcó con su propio dedo el teléfono personal del crack. Según se supo, destinó la llamada telefónica para garantizarle la titularidad e intercambiar un par de risas.
Valencia no pasa por un buen momento, figura en la novena posición de la Liga. Su principal estrella es el delantero Jonas, pero no ha explotado en esta temporada. La crisis se ha asumido de tal forma, que en la promoción para comprar abonos para asistir al estadio el slogan es frontal: "Esto no es como empieza, es como acaba".
Por este declive, en uno de los clubes más relevantes de España, es que Pizzi exige con urgencia a Vargas. Ya lo llamó por teléfono e incluso, lo que ya tiene visos de histeria, lo tiene en mente para su debut, este sábado ante el Español. Vargas, con un tono educado, pero sin énfasis, respondió en la prensa de la ciudad: "Me gustaría jugar en el club".
"Está todo casi listo", anuncian desde el Valencia. Sólo estorba el negocio una maniobra estratégica del Nápoli: pretenden usar a Vargas en una operación que, finalmente, lo haría recalar en el Catania. Pero Vargas lo habría rechazado, pues, desde España afirman que no le gustó la chance de ser moneda de cambio. El chileno ya tendría las maletas armadas para instalarse en España. J