John Roa, el militar que se transformó en Ironman en el circuito de Pucón
El triatleta clasificó al mundial de la disciplina.
Después de una intensiva preparación, el triatleta nacional radicado en Arica y oriundo de San Francisco de Mostazal, John "IronRoa " Marín, el domingo recién pasado logró culminar un año lleno de éxitos; tanto personales, como laborales y deportivos, siendo este Ironman 70.3 de Pucón el evento final para la temporada del deportista.
Este evento de gran nivel y categoría mundial que reunió a los mejores deportistas donde estuvieron presentes 30 países y un registro total de inscritos récord de 1246 triatletas provenientes de todo el mundo, fue el elegido por el deportista junto a su equipo de trabajo profesional y multidisciplinario compuesto por su coach rector de UNAB Marcos Ottenhsimmer Koss (Santiago), su psicólogo deportivo del área alto rendimiento de la UC Alejandro Díaz Gómez (Santiago), la kinesióloga Bárbara Leyton (Arica) y su representante y encargada de RRPP, Psicóloga Javiera Valiente Urrutia (Santiago), quienes se encuentran apoyando al deportista en este duro e importante desafío de nivel internacional.
El 12 de enero "llegaba el gran día donde todos los que ahí estaban entregarían todo de sí para poder completar en la mejor forma posible los 2k de natación, 90k de ciclismo y 21k de pedestrismo, distancias las cuales fueron recorridas ese día. Gracias al trabajo del equipo multidisciplinario logré realizar y cumplir todos los objetivos propuestos para esta prueba", expresó el militar perteneciente al cuerpo de desminado del Ejército.
Es por todos sabido que la natación de un ironman 70.3 es un deporte de contacto, debido a la cantidad de deportistas que son largados en distintas lanchadas según sus categorías, en la ocasión el deportista logró sortear sin problemas los 2k de nado en un crono de 32'.
Saliendo muy sólido a las más de 5 cuadras de transición- área donde se encontraban aparcadas las más de 1000 bicicletas y equipos esperando la siguiente prueba, es en este punto donde hace entrada una de las pruebas más potentes del deportista que con su fiel "bestia" culminaría los 90k de ciclismo en un crono de 2h 26' sorteando así el rugoso pavimento y empinadas subidas de ese circuito, despidiéndose así de la "bestia" (su bicicleta) de los circuitos de alto rendimiento para dar paso a la nueva adquisición que con mucho esfuerzo familiar adquirió el deportista: la nueva Kestrel Airfoil Pro Súper Light, fabricada a mano en Chicago EEUU.
Finalmente se venía la última prueba y la más dura del evento que son los 21k de trote y es en esta prueba donde se enfrentan todos los deportistas a su máxima exigencia ya que vienen con casi 3 horas de intenso rendimiento en zonas cardíacas elevadas y con un gasto calórico que bordea los 4.000 calorías, en esa altura de la prueba la parte psicológica es fundamental para tolerar el dolor que se va administrando durante todo el evento.
El circuito de trote es por todos conocido como muy intenso y gravitante en esta carrera ya que de los 21k que se desarrollan aproximadamente 15 k son en puras cuestas, los que castiga durísimo al deportista, y que gracias a todo el entrenamiento previo logró realizar, si bien no en su mejor performance de 1h 24