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Adquirir un hábito demora cerca de 66 días

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l Según la especialista en la menta humana, la inglesa Philippa Lally, adquirir un hábito demora, en promedio, 66 días. Así lo concluyó en su investigación que publicó la revista "European Journal of Social Psychology.

Según la investigadora, los hábitos se generan por un trabajo metódico e insistente sobre los ganglios basales. E implica, para su resultado, la reiteración. A mayor reiteración, mayor automatismo.

Y el tiempo que demora el humano en convertir una conducta en rutinaria va de los 18 días a los 254 días. Pero lo normal es que con dos meses baste. J

Ahora el estrés lo miden a través de la saliva

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l En Alemania inventaron una máquina portátil que mide el estrés. Es una máquina pequeña que se ubica bajo la lengua y, por consiguiente, entra en contacto con la saliva. Y en la saliva, según han expresado los científicos, se halla el cortisol, hormona fundamental que permite obtener la información precisa del estado de tensión de un ser humano.

El artículo se llama Qiagen y, según la empresa alemana que lo inventó, será una revolución. Ahorrará horas de tiempo que se invertirían en los exámenes de laboratorio. El examen con el Qiagen, demora sólo unos minutos. J

Blancorexia: la manía del diente fluorescente

Le pasa a Farkas y a varios famosos. Pero es una enfermedad que busca la sonrisa perfecta.

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Las últimas apariciones de Leonardo Farkas han impactado a la población. Medios de prensa inmediatamente han reparado en la luz que emana desde el interior de su boca. Una fuerte luz penetrante, semejante a lo que, masivamente, se llama la resolana. ¿Y qué pasa con Leonardo? Al parecer, este millonario súper simpático padece una obsesión: aspira a brillar con la risa.

Quiere que sus dientes estén de un color insólitamente blanco. No escatima gastos. Va al dentista y pide la pócima blanca. No se acompleja con la salud. Enloqueció por la blancura y tiene todos los indicios: Leonardo tiene blancorexia. Terrible manía humana por tener una dentadura que parezca maravillosa. Es una manía que ya han delatado los dentistas. ¿Está de moda? Sí. Los dentistas reclaman que hoy los clientes no acuden a mejorar una carie, sino a que hagan sus dientes más blancos. ¿La sonrisa blanca es una obsesión mundial? Lo es, dicen los psicólogos. La belleza aspira a la luz, dice el terapeuta Gerardo Silva. La sonrisa es luz. La luz es magia y felicidad. Una risa de buen color, también, da un efecto de vitalidad. De frescura. Y, añade el psicólogo Silva, dar la impresión de salud es, a la vez, esconder el dolor.

"Es evitar que indaguen en mi dolor. Yo estoy bien. Yo deslumbro. No me importa nada más", comenta.

En verano, han aclarado varios dentistas, estas consultas obsesivas sufren una baja. El bronceado en el rostro genera un efecto visual en la dentadura: la piel se pone tostada y, en contraste, los dientes parecen aclararse. Pero, avisan los odontólogos, el tema se debe tratar. Además de afectar el esmalte de cada pieza dental, y, por ende, contribuir a la pérdida del diente, afecta la mente.

"La sonrisa debe ser el reflejo genuino de un estado mental. Y no de un trata miento de belleza", concluye Silva. J