Basura: una situación impresentable
La administración municipal encabezada por el alcalde Salvador Urrutia ha enfrentado una serie de críticas a raíz de su gestión; incluso algunos sectores políticos evaluaron su desempeño con nota deficiente.
Una de las situaciones que mayores críticas ha generado de parte de la comunidad se relaciona con la deficiente labor que ha desarrollado el Departamento de Aseo y Ornato, sobre todo en el ámbito de la recolección de basura domiciliaria, la que en poco más de doce meses ya ha enfrentado tres grandes crisis, con preocupantes consecuencias. La primera de ellas ocurrió a principios de la actual gestión municipal, donde se argumentó la falta de camiones recolectores; luego vino el paro de los funcionarios municipales; y ahora, un insólito hecho: el municipio se quedó sin combustible.
Sin duda se trata de un tema complejo e impresentable para una comuna que alberga a más de 200 mil habitantes y que, por lo demás, se ha definido como turística y está en plena temporada alta para esa industria.
Según el argumento de las autoridades, la causa del problema radica en cuatro facturas impagas que la municipalidad adeuda a la empresa proveedora de carburante, lo que decantó en la negativa de la firma de seguir suministrando combustible a la entidad edilicia.
Estos hechos resultan profundamente preocupantes, dado que el no retiro de la basura se transforma de inmediato en una molestia y un riesgo sanitario para toda la comunidad, tema que justamente debe ser cautelado por sus representantes comunales, toda vez que se trata de una función básica de las mismas.
Si bien el alcalde y su equipo han enfrentado diversos problemas para normalizar el funcionamiento del municipio, hechos de esta naturaleza resultan injustificables, porque atentan contra la ciudadanía y develan que las cosas al interior del edificio de calle Sotomayor no están funcionando de la mejor manera.
Resulta paradójico que, aun cuando se entregaron máquinas nuevas para el retiro de desechos, la comunidad esté en riesgo de enfrentar una nueva crisis.