Veo tanto reclamo y descontento en las redes sociales por las promesas de las candidatas a la presidencia. A nadie le gusta nada, sin embargo a la hora de votar tampoco manifiestan su enojo, ni su rebeldía, ni su acuerdo, ni su desprecio, ni su a dmiración ni nada.

Creo que esta es la única oportunidad que tenemos los ciudadanos de dar a conocer nuestro pensamiento. Y aunque a algunos les parezca gracioso, Kramer tiene razón en su película y su crítica es certera. Si no vota, nunca habrá cambios.

Mañana domingo (hoy) lo más seguro es que estén casi vacíos los lugares de votación, se demoren en constituirse las mesas y capaz que varios vocales no asistan nuevamente a cumplir con su deber cívico. Se hablará en la prensa del escaso interés por ir a votar, que la culpa del calor, que está la Navidad y cientos de excusas para justificar que a la gente en realidad no le interesa ir a votar. No se dan cuenta que si no fueran flojos y fuesen comprometidos con su país, podrían cambiar de verdad las cosas si todos fueran a votar.

Claudia Corvalán

Arica se ha caracterizado por ser una ciudad tranquila, sin embargo, es recomendable no confiarse en exceso y siempre mirar alrededor nuestro, sobre todo porque la existencia de seres vagos, sinvergüenzas y zánganos que pretenden vivir a sus anchas a costa del esfuerzo y el trabajo de otros.

El viernes, como a las 10 de la noche, caminando con mi hija casi al llegar a la entrada lateral del Campus Velásquez, un individuo en bicicleta tira de la cartera de mi hija con tal fuerza que casi la botó. Gracias a Dios, no contó con que la cartera era firme en sus correas y que mi hija la llevaba cruzada.

En esta ocasión sólo tuvimos un percance y el individuo se fue con el rabo entre las piernas y raudamente, tratando de esquivar los vehículos que pasaban a gran velocidad por Velásquez.

De ahora en adelante tendré más presente lo que me recomienda mi esposo. "Mira de vez en cuando a tu alrededor, sobre todo hacia atrás, fíjate si hay movimiento en la calle, no camines por calles vacías." No se trata de ser paranoica (ni siquiera nos dimos cuenta de la presencia de este individuo y tampoco pudimos reaccionar), pero no estamos solos y hay más sinvergüenzas que gente buena. Protéjanse, sobre todo mujeres (otra de sus característica es que son cobardes) y eviten riesgos.

Juana Mamani