Los gobiernos de Chile y Perú están dando muestras evidentes de integración y un hito trascendental en esa materia se relaciona con la instalación de un paso fronterizo integrado que permita facilitar el tránsito de personas por la línea de La Concordia, de modo de aminorar los trámites de migración tanto en Chacalluta como en Santa Rosa, complejos que actualmente atienden a más de 10.000 viajeros al día.

Si bien hasta ahora sólo se ha realizado una especie de marcha blanca que busca perfeccionar el sistema migratorio, las autoridades proyectan que dicha medida se concrete el primer semestre del próximo año, lo que se traduce en una excelente oportunidad para el desarrollo de Arica y Tacna.

A ambos lados de la frontera se proyectan iniciativas de crecimiento. Mientras en la ciudad del Caplina se anuncia la creación de un conjunto habitacional que bordearía las 3 mil viviendas; en la Región de Arica y Parinacota ya se ejecuta un amplio programa agrícola que involucra 1.050 hectáreas en el sector de Pampa Concordia, así como otras inversiones que buscan un mayor dinamismo económico de la región, lo que podría generar un mayor tránsito internacional.

Según las estimaciones, durante los primeros meses del próximo año, la Corte de La Haya debe pronunciarse sobre el diferendo marítimo entre ambas naciones y, en ese contexto, los países se han comprometido a respetar el veredicto. Si bien se trata de un complejo proceso, lo cierto es que Chile y Perú han dado muestras de profunda madurez respecto a su política exterior, situación que beneficia directamente a las proyecciones locales, toda vez que la economía, la historia y la vida cotidiana de los ariqueños se relaciona indiscutiblemente con la nación vecina.

Es indispensable, entonces, continuar la senda de la integración y visualizar todas aquellas fortalezas que potencien el trabajo bilateral, de modo de convertir a la zona en un verdadero polo de desarrollo continental.