Celebran los pampinos
El club Independiente Nebraska, de la población de pampinos San José, se impuso en el torneo de la Post 54 años, con un equipo lleno de ex figuras del fútbol profesional.
El club Independiente Nebraska, de la población de pampinos San José, se impuso en el torneo de la Post 54 años, con un equipo lleno de ex figuras del fútbol profesional.
En la inauguración de Unimarc no faltaron las entusiastas féminas que se quejaron, ya sea en vivo o por las redes sociales, de que faltó un personaje importante: El actor y rostro comercial Jorge Zabaleta.
Hasta antes de las elecciones del 17 de noviembre, apareció con fuerza y desde diferentes sectores la consigna de terminar con el sistema binominal, entendido éste como un elemento disonante de la voluntad popular y de beneficio exclusivo para los dos más grandes conglomerados políticos del país. Y si bien la mayoría de los políticos ha criticado el actual sistema y expresado su voluntad de cambiar la forma de elección de nuestros parlamentarios, la realidad dista bastante de los anuncios. Es más, hay una propuesta que es una especie de moneda de cambio para aumentar el número de legisladores. Desde hace 23 años, el binominal alimenta el duopolio y quita representatividad a un importante segmento de la población que no pertenece a la Coalición por el Cambio o la Nueva Mayoría.
Una prueba de ello es lo que ocurrió con la comunicadora Marisela Santibáñez, quien logró la primera mayoría en su distrito, pero quedó excluida de ser elegida diputada. Algo parecido también afectó a algunos candidatos de la región. En todos estos casos, la representatividad de miles de votantes quedó reducida a nada, lo que desvirtúa la esencia del voto. Este es un sistema que en la búsqueda de dos grupos para la generación de consensos puede terminar gatillando un estancamiento de nuevos líderes y jibarizando la escena política.
Y las consecuencias están a la vista. Son los mismos políticos quienes después se preguntan el por qué de la alta abstención por el sufragio voluntario y el tibio entusiasmo de ejercer uno de los derechos más sagrados que tiene el ser humano en democracia.
De ahí que sea preocupante lo ocurrido la semana pasada en la Cámara de Diputados, donde no se alcanzó el quórum necesario para tal cambio y dejó en evidencia que del discurso al hecho hay una diferencia considerable. Por cierto, estos episodios sólo restan credibilidad a la acción de algunos políticos, por lo que cabe preguntarse si la intención es real o es sólo pirotecnia para entusiasmar a los cada vez más defraudados electores.
Con el fin del uso de la tarjeta migratoria para cruzar a Tacna se le acabó el negocio a algunos quioscos que vendían el formulario a los conductores de vehículos particulares. Para ellos era "plata poca, pero segura".