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Profesor Jacinto Santana: "Si (Alejandro) Jodoroswky fuera pobre, estaría preso"

La mitad de los adolescentes que atiende la Corfal está privada de libertad. La otra también.

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Con esta provocadora frase el docente del programa Apoyo Social a la Reinserción de la Corporación de Formación Laboral al Adolescente (Corfal), quiere significar una frustración que a él lo inquieta y que también lo motiva: "los pobres no tienen derecho a ser excéntricos, ni soñadores, como sí lo tiene el escritor chileno creador de la psicomagia Alejandro Jodoroswky", afirma Jacinto Santana.

La excentricidad -según se colige de las palabras de Jacinto- sólo es para quienes tienen cómo explicarla, cómo vivenciarla; los pobres que van por ella son motejados de locos y terminan incomprendidos con la nariz metida en una bolsa de neoprén. Y en muchos casos, privados de libertad.

La Corporación de Formación Laboral al Adolescente Corfal -según su sitio web- es una Organización no gubernamental (ONG), que interactúa con niños y niñas adolescentes y sus familias en situación de riesgo y vulnerabilidad social, con el fin de promover y apoyar el desarrollo integral de ellos desde el año 1988, en la región de Arica y Parinacota. A sus 25 años la ONG se erige como la institución ariqueña por excelencia en el tratamiento y rehabilitación de jóvenes infractores de ley, tanto con los que cumplen condena en régimen cerrado, o aquellos que lo hacen desde talleres y trabajos en libertad vigilada.

Corfal promueve y apoya el desarrollo de niños y sus familias en situación de riesgo y vulnerabilidad social. En la actualidad la institución es presidida por Juan Lecaros.

"En estos 25 años que cumplimos en 2013, hemos desarrollado principalmente programas para el desarrollo de la infancia y algunos que tienen que ver con problemáticas más específicas y complejas, como son el consumo de drogas y los (adolescentes) infractores de ley, que están bajo la ley de responsabilidad penal adolescente", cuenta Lecaros.

Dentro de los programas de rehabilitación que trabaja la Corfal en el ámbito de la reinserción, están los de Libertad Asistida y Libertad Asistida Especial, ambos contemplados en la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil.

"Estos programa no son privativos de libertad, los jóvenes tienen actividades socio recreativas durante el día; se elabora un plan de intervención en el ámbito individual, familiar y comunitario, partiendo por trabajar la responsabilidad respecto al delito cometido, y en paralelo, la reinserción social, en habilidades sociales, desarrollo personal, integración social, apresto laboral, y otros, cuyo objetivo final es la reinserción de los jóvenes a la sociedad", explica el Trabajador Social David Muñoz.

Respecto a la actitud y la voluntad con la que los jóvenes llegan a la Corfal, Muñoz explica que "todo depende del grado de reconocimiento de sus delitos, y también de la disposición a someterse a asumir la responsabilidad de delitos, pero también hay una negación con chiquillos de alta complejidad, como los que consumen drogas o los que presentan problemas siquiátricos mayores.

Otro grupo con los que se trabaja en Corfal son los infractores de ley que el tribunal considera un peligro para la sociedad y que tienen que estar privados de libertad, esperando o cumpliendo condena.

Se trata del programa Apoyo Social a la Reinserción, que dirige el profesor Jacinto Santana, y que se realiza en un centro de internación.

"Nosotros abordamos la parte educativa en relación a la reinserción social, los jóvenes cuando ingresan al centro, por lo general, no cuentan con escolaridad completa, un 90 por ciento de ellos tiene retraso pedagógico significativo; nuestra idea es reencantar a los jóvenes con el proceso educativo, y luego buscamos la promoción escolar, lo cual es un objetivo secundario".

Santana explica que a los jóvenes se les hacen clases de todos los niveles y que los preparan para exámenes de validación de estudios.

-Tal vez eso tiene que ver con los pronósticos de los jóvenes. Las estadísticas dicen eso. Una gran cantidad de ellos tiene ingresos por segunda vez; lo que se hace es paliar el problema. Hay teorías que hablan que la delincuencia se genera por la mala distribución de la riqueza, y ahí estamos hablando de cambios estructurales, lo que nosotros hacemos es un trabajo coyuntural en el sentido asociado, en el sentido individual puede ser estructural, en la medida que le podemos cambiar la vida a un joven.

- Hay una relación estrecha, pero eso no significa que todos los pobres son delincuentes; lo que sucede es que la pobreza genera privación sociocultural, por lo que una persona con privación sociocultural va a estar más cercana a actos delictivos por la formación que tiene, lo cual no significa que los pobres sean delincuentes.

- El 99% de los jóvenes que yo he atendido son de clase baja, no hay jóvenes de clase media, media alta privado de libertad, entonces hay una relación directa entre necesidades económicas y delincuencia; muchos argumentan sus delitos en relación a las necesidades. En la subcultura uno de los primeros actos que realiza un delincuente luego de un delito es vestirse con ropa de marca para poder sentirse integrado a la sociedad, eso es un síntoma de segregación; hay personas que cambian sus direcciones en sus currículos para no sentirse discriminados, más que una relación entre pobreza y delincuencia, lo que más hay es discriminación hacia el pobre.

- Hay un libro de Michel Foucault (Vigilar y Castigar) que habla de eso, obviamente es más barato para el Estado castigar que rehabilitar; suena horrible, pero tener jóvenes presos sale más barato. J