Dramático: Hemipléjico vive en una animita en plena carretera
Guillermo Maya ha sido asistido por los vecinos del sector, sin embargo, espera una solución.
Guillermo Maya Díaz no puede mover la mitad de su cuerpo. Cuenta su historia desde la animita de María Araya, a la que asegura que conoció en vida.
"Yo hace años era capataz municipal. Me encargaba de las áreas verdes, y sembré plazas enteras", explica.
Su hablar es dificultoso. En el que ahora es su hogar, ubicado en la avenida Santiago Arata, frente a los edificios Pucarani, pueden verse envases de Coca Cola vacíos. Tiene fósforos para encender los cigarros que, en los días afortunados, puede conseguir.
"Pasé varios meses en el hospital, y de ahí me fui a un hogar de acogida, pero dijeron que no podían recibirme porque no me podían atender. Tengo familia, pero en el hospital la trataron tan mal, que no me quiso recibir más en la casa. No tengo dónde ir", señaló con la voz entrecortada.
Guillermo dice que su historia es triste, pero que es la que le tocó vivir. Declara que hace algunos años recibió una golpiza policial en la plaza 7 de Junio, y desde ese momento quedó con un aneurisma en el cerebro.
Cuenta que la operación se complicó, y que al no tener dónde ir, decidió refugiarse en la animita de la señora Araya, pues siempre fue muy amable con él.
"Yo recibo una pensión. Es poquita, pero ahora no puedo moverme", dice. Indica que a veces le encarga a los vecinos que vayan a comprarle lo más indispensable. "Lo que sí necesito es que por favor me ayuden a conseguir pañales para adultos, porque se me acabaron, y no puedo ir a comprar", explicó Guillermo.J