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Dormir mal nos puede llevar a comprar tonteras

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l Según una investigación sueca, las personas que duermen mal sufren de un deterioro fuerte en su capacidad para hacer buenas compras en el supermercado. Los que duermen mal, en consecuencia, toman pésimas decisiones al adquirir productos alimenticios.

Ocurre que, tras una mala noche, aumenta en el cuerpo la presencia de la grelina, una hormona que aumenta el hambre. Pero no sólo se debe a eso que las compras sean equivocadas, sino a que, con sueño, el ser humano no toma las decisiones correctas. Y por eso termina comprando tonteras. J

Estudio dice que adictos a videojuegos son raros

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l Tienen la misma conducta de los adictos a la cocaína, afirma el estudio que hizo la Universidad de Granada sobre los fanáticos de los videojuegos. Tienen una personalidad anormal y su funcionamiento cerebral es imperfecto en el área de la corteza prefrontal. En base a esta conclusión, los enfermizos jugadores de videojuegos son anormales. De manera que estos adictos no toman buenas decisiones, tienen una inclinación a la ansiedad, a la angustia y, en general, a las emociones negativas. Son jugadores patológicos que no se explican la razón por la que no pueden parar de jugar. J

Fórmula mágica para disfrutar el ocio sin culpa

Con los feriados que vienen surge la preocupación: ¿Sabremos aprovecharlos?

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Se vienen las fiestas patrias. Se viene la chicha, el choripán, la parrilla y los brindis. Se viene reír, estar con la caña y dormir. Se vienen, en resumen, días oficiales de descanso. Y resulta fundamental saber aprovecharlos.

¿Cómo se aprovecha el ocio? Mireya Carrasco, sicóloga uruguaya, autora del ensayo "Propuestas para divagar", definió al ocio con las siguientes palabras: "es la extraña preocupación por estar despreocupado". En un mundo que ha validado el estrés como la forma perfecta de convivencia, en una sociedad en que el exceso de trabajo implica admiración, el ocio puede llegar a resultar incómodo.

Imagínese a un trabajólico que, de pronto, tiene cinco días sin ninguna actividad. Ese hombre será un ocioso estresado.

Por eso, la sicóloga uruguaya Mireya Carrasco propone, en primer lugar, respirar y hacer un ejercicio milagrosamente sencillo: cortar con el pasado inmediato y cortar con el futuro próximo. No pensar ni en lo que se hizo, ni en lo que se hará. Solamente pensar en el presente.

Luego de eso, y aquí se han puesto de acuerdo Mireya Carrasco y el grupo de investigadores del Canisius College de Estados Unidos -que concluyeron hace poco que la único función del ocio es generar bienestar emocional-, en fin, luego de ejercitar el relajo, la clave es muy simple: en el ocio se debe hacer lo que uno quiera. El ocio es la máxima libertad humana. El ocio debe producir placer. El placer produce paz. La paz hace bien al sistema nervioso. Con paz circulando dentro del organismo, el ser humano vuelve a ser feliz.

Lleve la mente a un punto cero, dice Mireya Carrasco. No persiga un pensamiento complicado, agrega. Solamente haga lo que quiera. Así, con tal libertad, se aprovecha el ocio. Y así ese tiempo pasará a ser el más importante de su vida. J