Una pelea que pudo ser mucho menor se transformó en el peor de los calvarios para un joven de 32 años, que hasta el cierre de esta edición aún se mantenía con riesgo vital y con gran parte de su cabeza, incluyendo las vías respiratorias, calcinadas, producto de las quemaduras causadas por el diluyente y un encendedor de 250 pesos.
Eran las 5 de la tarde al interior de una casa ubicada en calle La Unión, en el sector oriente de la ciudad, y Tomás Eduardo Ovalle Ovalle compartía con su pareja y otro matrimonio amigo.
Ya con un par de copas en la cabeza, la discusión por otras causales comenzó a subir de temperatura, al punto en que de un rato a otro, incluso se pensó que iba a llegar a las manos.
Fue ahí que tras las palabras subidas de tono, el joven tomó un frasco con el químico, lo roció en su cabeza, agarró un encendedor e inició el fuego en su cuerpo.
Producto de las heridas, sus acompañantes llamaron de inmediato a Carabineros, mientras que mediante una ambulancia el herido llegó hasta la posta en estado grave y fue derivado a la UCI donde se mantiene conectado a un respirador artificial, con riesgo de vida.
"La víctima entabla una discusión con su pareja, específicamente por celos, y tras esto, amenaza con atentar contra su vida, logrando su objetivo ya con un diluyento y un encendedor", informó el subprefecto Carlos Olivares Urzúa, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI, unidad policial que llegó hasta la posta local e inició la investigación del caso por orden del fiscal de turno.
"Él se encuentra en estado grave, con riesgo vital, y los médicos están evaluando derivarlo a Santiago para recibir el tratamiento adecuado", agregó Olivares.
En todo caso para hoy está programada una re evaluación para poder en viar al paciente hasta la capital, lugar donde por falta de camas, no pudo recibir al joven de 32 años.