Preocupación por obesidad hace que gimnasios vivan un boom
Aumenta el interés de los ariqueños por mejorar su salud y su aspecto a través del ejercicio.
Se acaba el frío y comienzan a llegar los primeros rayos de sol, que hacen a las personas sacarse la ropa y ver en su cuerpos los efectos que las calorías y la inactividad han dejado durante el invierno.
Por ello, los gimnasios de la ciudad ven en esta época aumentar la demanda por sus servicios, de parte de ariqueños que quieren mejorar su figura y tener una vida más saludable.
Jeannete Vergara es secretaria de la Universidad de Tarapacá y contó que su tiempo es escaso. "Yo trabajo ocho horas diarias, la cuales están divididas en dos turnos, de mañana y tarde, por lo tanto cuando uno se va a la casa llega cansado y eso te mantiene en mal estado. Te vas cansando, los rollitos te van saliendo, porque estás sentado todo el día".
Agregó que "es importante hacer ejercicios, ya sea media hora diaria, porque eso al final se traduce en un mejor ritmo cardiaco, uno camina mejor, los músculos no se atrofian y el estado físico que uno logra es lo mejor".
Esta mujer de cabello negro corto, agraciada cara redonda y dientes relucientes, dice sentirse segura de sus atractivos, pero también es consciente de que a sus 37 años, con uno que otro rollito de más, le queda difícil medirse contra las más jóvenes. Por eso se inscribió en un gimnasio, pero también porque un día comenzó a sentirse muy cansada. "Caminaba una cuadra y terminaba hecha pebre, ahí fue cuando me di cuenta que realmente estaba mal".
"Ahora cada vez que salgo del gimnasio me siento muy linda por dentro y por fuera también", aseguró.
Vergara expresó que la operación también es una opción para bajar los kilos de más, "pero creo que si me opero y tengo la misma vida sedentaria y sigo comiendo comida chatarra voy a puro perder plata, cuando en el gimnasio mensualmente gastó 20 mil pesos, soy feliz y voy a llegar a estar regia estupenda, como la Luli, en un par de meses".
LARGA PELEA
El seremi de Economía de Arica y Parinacota, Pablo Arancibia, luchó durante años contra la obesidad. Para él, bajar esos kilos de más fue un gran logro, que hoy lo tiene con una calidad de vida totalmente distinta a lo que fue su juventud.
"La verdad es que cuando uno va creciendo evidentemente el tema físico es muy importante, pero no sólo desde el punto de vista de la apariencia, sino también de tu calidad de vida y la verdad es que yo por mucho tiempo tuve sobrepeso. Por lo tanto, al margen de tener un impacto en cómo tú te relacionas frente a los demás, igual te afecta tu calidad de vida, o sea tu misma capacidad cardiorrespiratoria para caminar y hacer deportes se ve mermada".
Por esta razón, hace un par de años tomó la decisión de operarse para terminar con la obesidad.
"Yo mido un metro setenta y nueve y pesaba 130 kilos. El asunto mío es que era riguroso con todas las dietas, iba al médico, me daban el tratamiento correspondiente, las dietas todo y al final las hacía y las dejaba por diversas razones, como ansiedad y compromiso, entre otros, por lo tanto nunca podía estar como quería".
"Al final, eso se iba asociando a la baja autoestima y calidad de vida, la cual se va viendo afectada por la gordura. Así que me fui a Santiago a un tratamiento médico y le expliqué al doctor que yo había hecho todos los tratamientos y sentía que lo mío iba más allá de eso".
En ese momento el médico le explicó a Arancibia que la cirugía era parte de un trabajo complementario, en el cual debían haber antecedentes de que la cirugía era la opción para revertir su obesidad.
Luego de la operación, el seremi vivió varios días con hambre, pero se fue acostumbrando a tener el estómago más pequeño y hoy busca en los gimnasios mantener un cuerpo saludable y una vida sana.
BENEFICIOS
Según, Joaquín Rojas Rodríguez, del equipo de Servicio Salud de Arica, "con respecto a los ejercicios podremos mencionar distintos beneficios de acuerdo al tipo de ejercicio ejecutado. Podremos englobarlos en dos grandes grupos. Los cardiovasculares, por un lado y los de entrenamiento muscular, por el otro. Ambos entrenan todo nuestro organismo, pero algunos especifican más sus beneficios a un sistema que a otro.
Por ejemplo, el hecho de realizar actividades como caminar rápido, correr, bicicleta, spinning, entre otros, serán ejercicios cardiovasculares, pues su beneficio principal es ayudar al sistema cardiovascular en su funcionamiento. También generan entrenamiento de la musculatura, pero no como objetivo final, a diferencia de los ejercicios de entrenamiento muscular, como pesas o halterofilia, los cuales desarrollan el sistema muscular más que el cardiovascular. Idealmente, una persona que se inicie dentro de la actividad física debe iniciar con rutinas de entre 20 a 30 minutos, con un ejercicio cardiovascular suave, como caminar rápido o trote suave".
Agregó que es importante no sobre exigir a nuestro cuerpo, "ya que en esta etapa son comunes las lesiones como esguinces o desgarros, por lo que el calentamiento, elongaciones y movimiento articular son muy necesarios previo y posterior al ejercicio. Luego de mantener esta actividad por una ó 2 semanas, es importante aumentar levemente la carga de intensidad, aumentando la distancia, la velocidad o el tiempo en que desarrollamos la actividad".
Explicó que "en el ámbito de las calorías, el gasto dependerá de la actividad realizada, la intensidad, el peso y la edad de la persona y su gasto calórico, de forma general, por 30 minutos de actividad".
EXTENDIDO SOBREPESO
De acuerdo al nutricionista del hospital Doctor Juan Noé Crevani, Manuel Ramírez, "en la década de los ochenta, los profesionales de nuestra área luchamos contra la desnutrición y, al parecer, se nos pasó la mano. Hoy día tenemos problemas con el sobrepeso y estamos muy parecidos a los países desarrollados en cuanto a la morbimortalidad por problemas de sobrepeso. Las primeras causas de muerte son las enfermedades cardiovasculares, que incluyen numerosas patologías que están relacionadas directamente con la nutrición".
Añadió que "lo lógico sería que cada persona supiera cuánto mide realmente para hacerse una evaluación del Indice de Masa Corporal (IMC), que es el peso actual dividido por la talla al cuadrado y eso da una cifra que tiene que estar siempre oscilando entre 20 y 24.9, que es la normalidad. Menos de 20 es "enflaquecimiento" (sic) y menos de 18, ya es un índice de desnutrición. Sobre 25 hasta 29.9, se habla de sobrepeso; de 30 a 34.9 se habla de obesidad leve, de 35 a 39.9, obesidad moderada o grado dos y más de 40 de IMC hablamos de una obesidad mórbida o grado tres".
El profesional explicó que "hoy vivimos un mundo muy acelerado, donde todo es comida rápida, los negocios proliferan en toda la ciudad y lo que más hay son frituras y sandwichs, lo que significa meterse calorías y grasas fuertes".
Comentó que la gente debe volver a las frutas y verduras para que cuide en parte la salud, "ya que las comidas chatarras vienen asociadas a diversas patologías, por eso hay que alimentarse adecuadamente, dejar la sal y el azúcar también contribuye".
Para que haya una buena nutrición debe haber tres pilares fundamentales "primero, una actividad física recomendada por profesionales entendidos en la materia, porque no cualquiera puede dedicarse a hacer ejercicios a tontas y locas. Segundo, tener una salud mental estable, sin stress y el tercer pilar debe haber una buena alimentación la cual debe ser evaluada por un nutricionista", dijo Ramírez.
El profesor de educación física Francisco Pinto explicó que "como dueño del gimnasio Spartakus veo un repunte de los ariqueños en la práctica de la actividad física. Por esta razón vamos generando programas deportivos para que nuestros alumnos se compenetren en la actividad de manera competitiva. Nuestro gimnasio comienza a funcionar desde las 8 de la mañana y de ahí no paramos hasta las 23 horas y todo el día está lleno" .
Pinto agregó que en esta ciudad existen 6 gimnasios entre los que destacan "uno que va estar abierto las 24 horas del día".
l El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El Indice de Masa Corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. El sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo. Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad. Además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de la carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad.