Sacaron al fotógrafo
Harto celo, pero mal ojo, mostraron ayer los carabineros que desalojaron el salón principal de la Gobernación. Estando lleno de manifestantes, al primero que sacaron a la fuerza fue al reportero gráfico de La Estrella.
Harto celo, pero mal ojo, mostraron ayer los carabineros que desalojaron el salón principal de la Gobernación. Estando lleno de manifestantes, al primero que sacaron a la fuerza fue al reportero gráfico de La Estrella.
Los recientes resultados del Simce de Lectura en segundo básico son concluyentes. Existen grandes diferencias entre la comprensión lectora de los niños cuyos padres los motivan a leer y aquellos cuyos padres no se involucran en el proceso educativo.
Sin embargo, la compresión lectora de muchos de nuestros expertos y analistas es peor. Algunos declaran que los padres son irresponsables, otros que los colegios deberán nivelar la cancha e incluso algunos proponen aumentar tempranamente las exigencias de lectura.
La principal conclusión del Simce es que el ambiente familiar es relevante para el aprendizaje. En eso pareciera que estamos de acuerdo, pero diferimos en el tratamiento.
Los colegios no pueden ni deben hacerse responsables de nivelar la cancha. Esta responsabilidad es injusta e inoficiosa. Los niños que vienen de hogares con menor capital cultural enfrentarán una competencia feroz, que inevitablemente perderán, porque parten desde muy atrás.
Esperar hasta el ingreso al colegio es un grave error estratégico. A esas alturas del desarrollo cognitivo, ya suele ser tarde para corregir el rumbo. Sobre todo si hay alternativas de intervención más temprana. No es justo con esos niños ni con el sistema educacional.
Echarle la culpa a los padres es otra forma de evadir el problema. En primer lugar, ¿quién les enseña a ser padres? ¿quién sabe cuáles son las dificultades de muchas madres solteras que deben criar y trabajar al mismo tiempo? ¿quién puede, responsablemente, apuntar a los padres con menores recursos, porque no enseñan a leer? Tampoco me parece justo.
Lo que se ha perdido de vista es que la educación es un proceso evolutivo y debe comenzar preparando a los padres desde la concepción. Los 9 meses de pre y postnatal se pueden aprovechar mucho mejor. Allí debe comenzar la nivelación.
Nuestras autoridades educacionales parecen estar ciegas al verdadero origen del problema. La educación comienza tarde. Muy tarde. Cuando la cancha ya está demasiado desnivelada.
Por eso invito a nuestros políticos a reflexionar, en especial a los candidatos, que derrochan recursos y promesas que solo mantendrán el desnivel. Alimentar la ilusión de una educación de calidad, haciendo más de lo mismo, es mentirle a los votantes.
Luego de las Primarias y de los acuerdos adoptados por las diferentes colectividades políticas del país en torno a las próximas elecciones de noviembre, el Servicio Electoral cerró ayer la inscripción de todos los postulantes a la Presidencia de la República, al parlamento y a los consejos regionales.
Oficializadas las postulaciones y luego del análisis que deberá realizar el Servel de cada uno de los casos, partirá la cuenta regresiva de lo que será una histórica y seguramente reñida elección popular, fijada para el 17 de noviembre de este año.
En ese contexto, durante las próximas semanas comenzará una fuerte campaña de propaganda política, donde cada uno de los postulantes buscará cautivar al electorado con propuestas de diversa índole y apuntando siempre al desarrollo y al bienestar comunitario.
Producto de las distintas modificaciones incluidas en el último tiempo a la ley electoral, este proceso podría generar cierto grado de confusión en la ciudadanía, especialmente ante la incorporación de los consejeros regionales como un nuevo y trascendente actor político. En esa línea, es fundamental que las autoridades implementen una campaña informativa que permita al electorado comprender las radicales diferencias entre cada uno de los cargos públicos que se definirán en noviembre.
Pero de forma paralela a aquel importante proceso comunicacional, es necesario que la oferta programática de los postulantes se enfoque sólo en las atribuciones propias del cargo y no considere temas que escapan a su competencia.
Es indispensable, entonces, que los postulantes al parlamento y a los consejos regionales no basen sus promesas en el campo de acción municipal, donde se deciden situaciones que suelen parecer más cercanas a la gente.
Además de contribuir de manera efectiva a la educación cívica de la población, este tipo de acciones permitirá que los candidatos den muestras claras de su compromiso y preparación.