Luthier rescata la historia y cambios del tambor afroariqueño
Francisco Piñones participa como músico desde los inicios del movimiento afro en Arica.
Lo más característico de las comparsas afrodescendientes es la vitalidad de la percusión, ese sonido vital que invita al cuerpo a danzar al son del tumbe.
Actualmente las comparsas utilizan dos tipos de tambores: el repique y el bombo. Ambos instrumentos han tenido una serie de transformaciones desde que comenzó el movimiento en el año 2001, mejorando sonidos y comodidad para los pasacalles.
Esta evolución del tambor local está siendo recreada por el luthier y músico Francisco Quiñones, quien a través de un fondart regional, en la línea de creación en artesanía, está confeccionando las diferentes formas por las que han pasado los instrumentos para realizar una exhibición itinerante.
Inicio y evolución
El proyecto "Confección artesanal de una línea de tiempo evolutiva del tambor Afro ariqueño" busca rescatar los primeros instrumentos que se confeccionaron cuando empezó el movimiento afro.
Francisco recuerda que entre el 200 y 2001 se comenzó a rescatar la cultura afro y para ese entonces no había instrumentos musicales, pero sí relatos de los abuelos.
"Ellos relataban que se tocaba una tambora, que es un tambor de dos parches, pero nunca se supo que forma tenía y se acordaban poco de los ritmos, porque como en ese entonces eran chicos y no los dejaban participar en las festividades de los grandes, solo recordaban que se llamaba tumba".
Para recrear esa música, se fabricó un instrumento pertinente al valle y se utilizó el barril de aceitunas.
"Fue una mezcla de rescate y recreación de acuerdo a los relatos orales".
Francisco explicó que los primeros tambores tenían dos parches los cuales eran tensados con cordeles, "pero fue evolucionando de acuerdo a la evolución del baile, no eran acorde a la comodidad y sonoridad en formato pasacalle. La tambora de tumbe ya no se usa, se transformó en el repique largo y en lo que ahora es el repique".
Respecto al bombo, también se inició con el formato de cordeles, luego bombo clavado y lo actual que es con tensores que son afinadores.
Primeros músicos
Cuando comenzó a desarrollarse el movimiento afrodescendiente en Arica, Francisco llevaba cerca de un año practicando capoeira y fue invitado a participar en el movimiento como músico.
"Soy parte de los primeros músicos que estuvieron en la primera comparsa, así que alcancé a ver estos tambores y alcancé a ver su desaparición, así como la evolución. Además seguimos al referente del tambor en Chile, don Kiko Anacona".
Luis "Kiko" Anacona nació en Santiago, pero en la época del Puerto Libre llegó a la ciudad para quedarse. Además de músico, fabricaba instrumentos para destacados músicos como Inti Illimani, Joe Vasconcellos, Sonora Palacios y Congreso.
"Cuando él falleció en 2008 no teníamos quién hiciera tambores, él fue al primero al que se le encomendó hacer los tambores afroariqueños, era el más indicado para recrearlos. La verdad es que no enseñaba, pero siempre se le salían sus tips".
Colección itinerante
El objetivo de recrear esta linea de tiempo de la evolución del tambor afroariqueño es crear una colección itinerante que pueda ser exhibida en colegios, fechas importantes para el pueblo afro y exposiciones de artesanía regional.
"Esto es para que quede un registro de cómo el movimiento afro se fue reconstruyendo a través de la música y la artesanía".
En los materiales con los que se confeccionan estos instrumentos artesanales también hay historia local.
"Antiguamente se usaban los barriles de aceituna (roble), los cuáles estaban botados en el Valle de Azapa, pero ahora están en extinción, porque se están usando de plástico. Esta madera puede que tenga 80 años de barril y ahora le damos otro uso. Esta madera tiene la historia de los afrodescendientes del valle que trabajaron la tierra, cosecharon la aceituna y ahora siguen absorbiendo más historia".